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España es la potencia europea que menos ayudas ha movilizado frente a la crisis del coronavirus

España es la potencia europea que menos ayudas ha movilizado frente a la crisis del coronavirus
España es la potencia europea que menos ayudas ha movilizado frente a la crisis del coronavirus

España es la potencia europea que menos ayudas ha otorgado a su sector empresarial para afrontar la crisis del coronavirus, lo que sin duda es una de las razones por las que la economía nacional es de las más castigadas del mundo desarrollado, según las estimaciones que ha puesto sobre la mesa en los últimos días la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Un estudio actualizado en noviembre por el instituto Bruegel -el reputado think tank económico que nació en Bruselas y que preside el expresidente del BCE, Jean Claude Trichet- muestra como España -en comparación con Reino Unido, Francia, Alemania e Italia- es, sin temor a equivocarse, el gran país europeo donde menos estímulos económicos se han puesto en marcha durante la pandemia del coronavirus.

Exactamente, en porcentaje del PIB, en España se ha movilizado el equivalente al 16,9% del Producto Interior Bruto (PIB), frente al 25,7% del PIB movilizado en Reino Unido (que abandonará la Unión Europea (UE) en breve), el 28% del PIB de Francia, el 39,9% de Alemania y el 48,7% de Italia.

Medidas de apoyo a la liquidez

Del 16,9% del PIB movilizado en ayudas en España, el 12,2% han sido medidas de liquidez como los créditos del Instituto de Crédito Oficial (ICO) que las empresas tendrán que devolver. En Reino Unido, en cambio, se ha puesto sobre la mesa el 15,4%, en Francia el 14,2%, en Alemania el 24,3%, y en Italia el 32,1% de la riqueza que genera el país anualmente. Esto quiere decir que ni siguiera los avales del ICO han sido muy contundentes.

Al medir las «provisiones y garantías de liquidez» movilizadas por los países, Bruegel incluye tanto las garantías a la exportación, las líneas de crédito a través de bancos nacionales de desarrollo o la asistencia de liquidez, iniciativas que no dañan el equilibrio presupuestario de las potencias pero que sí pueden convertirse en gastos reales a partir de 2021.

Aplazamientos de pagos

Sin duda en lo que menos ambicioso ha sido España -y concretamente el Gobierno de Pedro Sánchez- es en el aplazamiento de pagos. Sólo se ha movilizado el 0,4% del PIB en aplazamientos -los más habituales son de impuestos o cuotas a la Seguridad Social-. En cambio, en Reino Unido se movilizó en este mismo epígrafe el 2% del PIB, en Francia el 8,7%, en Alemania el 7,3% y en Italia el 13,2%. Incluso la vecina Portugal movilizó durante este año mediante aplazamientos -permitiendo retrasos en las obligaciones tributarias, fiscales y de cargas laborales- hasta el 11,1% del PIB del país.

España ha sido un país poco ambicioso en comparación con el resto de las grandes potencias de Europa en aplazamientos de pagos.

Como estos aplazamientos sólo duraban meses en muchos casos, no han dañado las cuentas de los países a largo plazo pero sí que han sido un alivio para numerosas pymes, autónomos y grandes empresas, que están sufriendo con gran virulencia en toda Europa las consecuencias de las restricciones sanitarias para controlar la enfermedad covid-19.

Impulso fiscal inmediato

En impulso fiscal inmediato, España tampoco ha sido tan ambiciosa como Alemania, Reino Unido o Francia, aunque sí que supera a Italia (de los que Bruegel sólo difunde datos de junio mientras que en España sí se tienen en cuenta los últimos estímulos aprobados en Consejo de Ministros). Mientras que el Gobierno de Sánchez ha movilizado el 4,3% del PIB en estímulos fiscales directos, en Reino Unido Boris Johnson ha movilizado el 8,3%, en Francia Enmanuel Macron ha puesto sobre la mesa el 5,1% de su PIB y en Alemania la canciller Angela Merkel ha otorgado el 8,3% del PIB.

En «impulso fiscal inmediato» se incluye el gasto público adicional (recursos médicos, pagos a personas en paro, subsidios a pymes) y los ingresos no percibidos (por cancelación de algunos impuestos y contribuciones a la Seguridad Social).

Los estímulos fiscales que se han puesto en marcha en los distintos países durante la pandemia, según el think tank Bruegel.

En esto último en España no ha habido estímulos -o sólo los ha habido puntualmente en alguna CCAA y en ayuntamientos como el de Madrid-, ya que el Gobierno conformado por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias han sido más partidarios de impulsar subsidios durante la crisis del covid-19 que de bajar la carga fiscal que soportan las compañías españolas o los trabajadores por cuenta propia.

Para muestra un botón. En primer lugar, que según las propias cifras oficiales del Ministerio de Trabajo y del Instituto Nacional de Estadística (INE), hasta septiembre más de 13,5 millones de españoles cobraban del Estado, casi 17 millones contando a los funcionarios.

El impulso fiscal inmediato en España, según Bruegel, asciende a 53.800 millones de euros; los aplazamientos apenas han sido de 5.300 millones de euros y el resto de las medidas de liquidez han superado los 150.000 millones. Exactamente ascienden a 151.200, según este think tank. Esto significa que apenas el 25% de las ayudas puestas en marchas han sido directas, ya que el resto -de una manera u otra- se han tenido que devolver o habrá que hacerlo.

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