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El escándalo del ‘dieselgate’ se extiende en Francia y apunta ya a Fiat como quinta marca imputada

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Coches de gasolina y diésel
Andrea Aguado
  • Andrea Aguado
  • Redactora de economía y coordinadora de OKMOTOR. Amante de las cuatro ruedas y la industria. Antes en informativos de Radio Televisión Castilla y León.

El escándalo del ‘dieselgate’ se extiende en Francia. La Justicia francesa apunta ahora a la imputación del fabricante automovilístico Fiat por el caso de los motores diésel trucados que presuntamente burlaban los controles de emisiones de gases impuestos por la Unión Europea (UE), según han confirmado fuentes conocedoras de la situación a este diario. Citroën se convirtió este jueves en la cuarta marca automovilística acusada, después de Renault, Volkswagen y Peugeot.

Tras la imputación de Peugeot por la presunta utilización de programas para encubrir las emisiones contaminantes de motores diésel de generaciones precedentes, Citroën y Fiat, están obligadas a comparecer ante el Tribunal Judicial de París, el 10 de junio y en julio, respectivamente, como parte de la misma investigación. Un escenario que ha catapultado la imputación de ambas marcas en la investigación del ‘caso dieselgate’, por lo tanto, también tendrán que pagar una multa por eventuales daños y posibles costos de representación ante los tribunales -como ya han hecho Volkswagen, Renault y Citroën-.

Según las citadas fuentes, Fiat se enfrenta a un multa similar al resto de fabricantes de la automoción imputados por el escándalo de los motores diésel y que podría situarse entre los 8 y 10 millones de euros por daños a los consumidores. Además, del pago de una garantía bancaria por si tuviera que abonar indemnizaciones.

En un comunicado, Stellantis -casa matriz resultante de la fusión de PSA y FCA- explicó que los jueces instructores que dirigen esas pesquisas le inculparon este miércoles por un supuesto fraude en la venta de vehículos diésel comercializados en Francia entre 2009 y 2015. Este paso formal en la investigación judicial permitirá que las partes investigadas tengan pleno acceso al expediente y les dé la oportunidad de defenderse de alegatos que aún no han sido evaluados en el proceso contradictorio.

«Las empresas creen firmemente que sus sistemas de control de emisiones cumplieron con todos los requisitos aplicables en los momentos relevantes y continúan haciéndolo y esperan la oportunidad de demostrarlo». «El Grupo Stellantis, que se estableció en enero de 2021, continuará con las políticas de sus predecesores y cooperará plenamente con el sistema judicial para resolver este asunto rápidamente», explica la compañía del sector de la automoción en un comunicado remitido a los medios de comunicación este jueves.

El escándalo del ‘dieselgate’

El ‘dieselgate’ estalló en 2015 en Estados Unidos, donde las autoridades encargadas del control de la contaminación se dieron cuenta de que Volkswagen había instalado programas para encubrir la contaminación de sus motores diésel en condiciones reales de conducción. En concreto, esos dispositivos detectaban cuándo se les sometía al protocolo de pruebas y en ese caso los motores trabajaban a un ritmo que permitía limitar las emisiones de partículas y respetar las normas de contaminación en vigor.

Solo en Alemania, Volkswagen acordó a principios del año pasado pagar hasta 830 millones de euros para cerrar la vía judicial y poner fin al caso del diésel en el país, tras llegar a un pacto con la Federación de Organizaciones de Consumidores Alemanes, que representaba a unos 440.000 clientes.

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