Los empresarios alertan: la Comunidad Valenciana ha desaparecido como motor económico

Ximo Puig
El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig. (Foto: EFE)

Afirman algunos literatos que el carácter valenciano es muy de excesos. Cuando son ricos apuestan fuerte por el «doradet» y por la ostentación como mediterráneos puros que son pero cuando son pobres, entran en una melancolía tanguera de la que es difícil escapar.

OKDIARIO ha contactado a una serie de empresarios que operan en la Comunidad Valenciana para recabar sus testimonios pues parece que al margen de la corrupción pocas cosas económicas se cuecen por allí. De hecho y desde Madrid parece que una verdadera implosión del sistema económico se ha llevado a cabo. Estas fuentes confiesan a este periódico que de un tiempo a esta parte todo han sido reveses para los empresarios valenciá.

Práctica desaparición de las instituciones de crédito de la región, comenzando por el Banco de Valencia, siguiendo por Bancaja (integrada en Bankia) y cerrando con la Caja de Ahorros del Mediterráneo (adquirida por el Banco de Sabadell, después de graves escándalos y previa ayuda del Gobierno por un importe de 13.000 millones de euros). Por tanto grifo de crédito más bien cerrado.

El ladrillo, fuente otrora de grandes alegrías para la región sólo se recupera en las capitales y zonas premium pues en la Costa, dicen los expertos, todavía tardará mucho en levantar cabeza. Emprender obra nueva en la región no se le ocurre absolutamente a nadie.

Prueba de ello y como afirman estos empresarios valencianos consultados, «ha quebrado la patronal alicantina (COEPA), caso que solamente se había dado en la patronal de Ciudad Real. También está muy tocada la de Castellón», advierten.

De hecho, cuentan a este diario que la regional (CIERVAL) la preside la misma persona que ostenta el cargo en la de Valencia-provincia. José Vicente González, una persona próxima al PSOE que apoyó a Rosell en su reelección en diciembre de 2014, ostenta una de las vicepresidencias de la CEOE. 

En la región hablan de que hace muy buenas migas con el presidente Ximo Puig y toda su función de representante empresarial se centra en reivindicar al Gobierno de Rajoy que Valencia está infra financiada y que las cosas serían bien distintas si hubiera más dinero.

También han tenido graves problemas las instituciones feriales valencianas (especialmente la más grande, la Fira de Valencia), las Sociedades de Garantía Recíproca, las Cámaras de Comercio, la Ciudad de la Luz, la de las Artes y las Ciencias y toda la retahíla de obras faraónicas fruto de los gastos en los que se incurrió en época de bonanza.

Tampoco podemos pasar por alto los gastos de la visita del Papa, la celebración de la Fórmula Uno, la Copa América, los encargos del arquitecto Calatrava y un largo etcétera que haría muy larga esta crónica.

Los empresarios además se quejan de que en el actual consejo de ministros no hay ningún valenciano ni persona de peso que se preocupe por la Comunidad. García-Margallo va en las listas del PP por Valencia pero su presencia es testimonial y no es un interlocutor valido para trasladar inquietudes.

Habiendo estado a punto de sobrepasar a Barcelona por PIB ahora deben conformarse con seguir aguantando «un chaparrón que dura ya demasiado tiempo», afirman estos empresarios. Que encima no ven en los «nuevos» demasiado horizonte de futuro.

Estas fuentes empresariales que no quieren desvelar sus identidades pero que están muy cerca de la patronal empresarial zanjan en dos frases las políticas del gobierno socialista: «Puig y Compromís no se atreven a poner en marcha ningún proyecto pues saben que van a tener a toda España mirándoles y si encima se equivocan será el acabose». Por este motivo, lo único que de verdad han hecho ha sido resucitar la tele autonómica, Canal Nou, que es un gasto improductivo y ellos lo saben, sentencian.

Lo último en Economía

Últimas noticias