Draghi prepara la artillería para marzo
Una sola palabra tuya bastará para sanarme, esta frase evangélica bien podría aplicársele al presidente del Banco Central Europeo. Mario Draghi, ha comunicado este jueves que ante el incremento de los riesgos a la baja de las perspectivas económicas y su impacto sobre el crecimiento de la zona euro la entidad examinará y «posiblemente reconsiderará» sus políticas en la reunión del próximo marzo.
«Será necesario examinar y reconsiderar nuestra postura en política monetaria para la próxima reunión de principios de marzo, cuando estén disponibles las proyecciones macroeconómicas nuevas hasta 2018». De momento, el presidente del BCE ha decidido mantener los tipos de interés en el 0,05%.
Si la cosa no mejora, en marzo tomará medidas y tiene muchas opciones
A preguntas de los periodistas el banquero italiano reconoció que los riesgos a la baja para la economía europea han aumentado señalando a la incertidumbre, la volatilidad y la situación geopolítica.
Como suele ser habitual en Don Mario cada vez que le piden una demostración de fuerza afirmó; «El BCE tiene el poder, la determinación y la voluntad de actuar. No hay límites de hasta dónde podemos desplegar nuestros instrumentos». El presidente cuenta con el apoyo unánime del consejo de administración de esta institución europea.
Reconoció que el panorama había cambiado respecto al mes de diciembre y por lo tanto, no le temblaría la mano a la hora de utilizar los numerosos instrumentos con los que cuenta frente a situaciones adversas.
Como siempre, Draghi recuerda la importancia de que se actúe desde otros ámbitos además de la política monetaria para alcanzar todos los efectos beneficiosos de las medidas adoptadas.
Por lo que respecta a China y al precio del petróleo, el presidente del BCE comentó que están muy atentos a la evolución de los datos de la actividad manufacturera del gigante asiático y prestarán atención al precio del oro negro y sus repercusiones sobre el mercado.
No es la primera vez que los avisos de Draghi sirven para aplacar el mercado. La potencia que puede desarrollar el BCE comprando deuda pública de los estados miembros o desarrollando planes económicos expansivos vía crédito, son suficientes para alejar a los especuladores bajistas.
Sin embargo, hay economistas que se preguntan ya las posibles consecuencias adversas que tendrían para la zona UE el incremento de sus deudas sobre PIB en vez de continuar por la senda del control presupuestario y el desapalancamiento.
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