tributos

Dinamarca pide a la UE que dispare un 130% los impuestos al tabaco calentado pese a ser menos nocivo

Los profesionales del sector aseguran que "es un 95% menos perjudicial que un cigarrillo de combustión"

Sánchez planea subir impuestos al producto que acabó con el tabaco en Suecia y Mónica García prohibirlo

Philip Morris, Resultados Empresariales, Empresas, Tabaco, impuestos, dinamarca, ue, tabaco calentado
Calentadores de tabaco.
Benjamín Santamaría
  • Benjamín Santamaría
  • Economista, analista, conferenciante y máster de educación con especialidad en Economía. Redactor de economía y empresas en OKDIARIO y autor de 'La economía a través del tiempo' en el Instituto Juan de Mariana. Miembro de la junta directiva del Centro Diego de Covarrubias.

Dinamarca, desde la presidencia de la Unión Europea (UE), ha presentado una propuesta que dispararía un 132% los impuestos al tabaco calentado. Sin embargo, los últimos estudios científicos demuestran que es menos nocivo que el quemado. De hecho, tal y como ha publicado OKDIARIO, los profesionales del sector aseguran que «es un 95% menos perjudicial que un cigarrillo de combustión».

De hecho, otros expertos como Clive Bates, ex asesor del CMTC de la Organización Mundial de la Salud (OMS) han asegurado en alguna ocasión que el surgimiento de alternativas menos dañinas (como los cigarrillos electrónicos, el tabaco calentado y las bolsas de nicotina) ofrecen una oportunidad única para acelerar la reducción del consumo de cigarrillos y transformar la forma en que se consume nicotina.

No obstante, este producto se ha colocado en la diana de Dinamarca durante su presidencia europea, con una propuesta que conllevaría un aumento de dos euros más por cada paquete.

Más impuestos para el tabaco calentado

Es decir, los impuestos que le afectan aumentarían más de un 130% con respecto a los planes iniciales de la Comisión Europea. El impacto directo sería una subida de hasta 1,80 euros por cada paquete de 20 unidades.

Esto pondría en riesgo la competitividad de los productos alternativos al cigarrillo convencional. Es más, de salir adelante esta propuesta, el tabaco calentado estaría gravado con más tributos que el quemado, pese a ser menos nocivo.

El sector ha pedido en otras ocasiones que la fiscalidad del tabaco sea «proporcional a su perfil de riesgo». A su favor, que el sistema de calentamiento de tabaco (sin fuego) hace que los usuarios de su dispositivo eviten la inhalación de hasta el 95% de las toxinas que contiene el cigarrillo convencional. Sin embargo, los gobiernos están yendo en la dirección contraria.

Parece, por tanto, que las autoridades, tanto europeas como nacionales, la han tomado con todos aquellos productos con nicotina que no sean los cigarrillos tradicionales.

Las bolsas de nicotina

De hecho, tal y como desveló este periódico, el Gobierno de Sánchez planea subir los impuestos de forma escalonada a las bolsas de nicotina, un producto sin tabaco y sin humo que ha sido capaz de erradicar el tabaquismo en Suecia.

Por su parte, la ministra de Sanidad, Mónica García, que pertenece a la parte más radical del Ejecutivo, está dando pasos hacia su prohibición pese a los logros de otros países. Logros tales como reducir la incidencia de cáncer y convertir a los suecos en los únicos europeos libres de humo, siguiendo el criterio que para ello establece la OMS.

En ese sentido, el PSOE ha propuesto una fiscalidad escalonada para las bolsas de nicotina, es decir, que se vaya incrementando progresivamente de cara a 2030. Todo esto genera incertidumbre en el sector.

Y es que, actualmente, España carece de un marco regulatorio específico y existe mucha desinformación, lo que genera incertidumbre operativa para las empresas que fabrican y comercializan estos productos y potencia el riesgo de un mercado no controlado.

En ese sentido, desde la Asociación Española de Bolsas de Nicotina (ABN), se ve con mucha preocupación la propuesta de modificación del Real Decreto 579/2017 impulsada por el Ministerio de Sanidad y que plantea limitar el contenido de nicotina a 0,99 mg por bolsa, lo que, en palabras del propio ministerio, supondría una prohibición de facto de este tipo de productos en España, mientras que en la gran mayoría de los países los límites se sitúan muy por encima de esa cifra.

Lo último en Economía

Últimas noticias