La constructora británica Carillion entra en liquidación forzosa
La empresa británica de construcción y gestión de servicios Carillion, una de las principales proveedoras del Gobierno británico, anunció hoy que ha entrado «en liquidación forzosa, con efecto inmediato» al no poder hacer frente a sus deudas.
El presidente, Philip Green, dijo en un comunicado que ahora el Ejecutivo conservador «facilitará la financiación necesaria para mantener los servicios públicos realizados por el personal de Carillion, las firmas subcontratadas y sus suministradores».
«Es un día muy triste para Carillion, nuestros colegas, nuestros suministradores y nuestros clientes, a los que hemos estado muy orgullosos de servir durante muchos años», afirmó Green.
El presidente de la compañía, que emplea a unas 20.000 personas en el Reino Unido, explicó que las conversaciones mantenidas el fin de semana no resultaron en «el apoyo financiero a corto plazo» que hubiera permitido a la firma seguir operando hasta llegar a un acuerdo permanente sobre su deuda.
Green dijo que «en los últimos meses, se han hecho esfuerzos enormes para reestructurar Carillion de cara a un futuro sostenible».
«En los últimos días, no hemos podido asegurar financiación para apoyar nuestros planes de negocio», añadió el directivo, que indicó que esto ha llevado a la empresa a la decisión de «tomar medidas para entrar en liquidación forzosa».
La quiebra de Carillion tiene graves consecuencias para el Estado británico, que tiene subcontratados con esta empresa muchos servicios públicos, de transporte, educación o sanidad.
En los últimos meses, la oposición laborista ha criticado que el Gobierno haya adjudicado más proyectos públicos a la compañía, que el pasado julio hizo ya una primera advertencia sobre su situación financiera.
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