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Confirmado por el SEPE: las personas que van a poder cobrar el paro aunque estén trabajando

SEPE paro
Mujer trabajando en su ordenador.
Blanca Espada

El mercado laboral en España está en constante evolución, y las reformas en materia de empleo suelen ser noticia destacada. La última iniciativa, liderada por el Gobierno en colaboración con los sindicatos, ha introducido una medida revolucionaria para aquellos en situación de desempleo: la posibilidad de trabajar y cobrar el paro simultáneamente. Esta disposición, conocida como complemento de apoyo al empleo, no sólo busca proteger a los parados de larga duración, sino también fomentar su reincorporación al mercado laboral de manera sostenible.

Durante muchos años, los subsidios de desempleo se han considerado un apoyo temporal para quienes han perdido su trabajo. Sin embargo, esta reforma plantea una visión más inclusiva y flexible, adaptándose a las necesidades actuales del mercado laboral. Según explicó el Ministerio de Trabajo, esta medida busca brindar un respiro adicional a quienes perciben salarios bajos al reingresar a la vida laboral, facilitando un ingreso complementario durante su adaptación laboral. Pero ¿quiénes podrán beneficiarse realmente de esta innovadora disposición? ¿Será accesible para todos los trabajadores en paro o estará reservada a ciertos perfiles específicos? Y, más importante aún, ¿qué condiciones deben cumplirse para aprovechar esta compatibilidad entre empleo y prestación por desempleo? A continuación, desglosamos los detalles clave de esta reforma que entrará en vigor próximamente, analizando tanto sus beneficios como sus posibles limitaciones.

Confirmado por el SEPE: quienes van a poder cobrar el paro aunque trabajen

La reforma del subsidio de desempleo establece una nueva modalidad de compatibilidad entre empleo y paro, denominada complemento de apoyo al empleo. Este beneficio permitirá a los trabajadores que perciban un salario inferior a 1.350 euros mensuales mantener su prestación por desempleo mientras trabajan por cuenta ajena. Esto supone un gran avance, especialmente para los parados de larga duración que luchan por estabilizar su situación económica.

El principal objetivo de esta medida es garantizar que la reincorporación laboral no implique una pérdida significativa de ingresos, algo que muchas veces desalienta a los desempleados a aceptar trabajos con salarios bajos. De esta forma, se asegura un alivio económico adicional durante los primeros meses de empleo.

Entre los principales requisitos para acceder al complemento de apoyo al empleo destacan:

  • Tener aprobada una prestación contributiva por desempleo por un periodo superior a 12 meses.
  • Haber transcurrido al menos nueve meses desde el inicio de la percepción del paro.
  • Que el salario del trabajador no supere el 225% del IPREM, es decir, 1.350 euros mensuales con los valores actuales.

Cómo funciona la compatibilidad entre empleo y paro

El complemento de apoyo al empleo introduce una forma escalonada de compatibilizar el cobro del paro con un sueldo, con una duración máxima de 180 días (seis meses). Las cuantías establecidas en la normativa varían según el tiempo de compatibilidad:

  • Durante los primeros seis meses, se percibirá el 95% del IPREM, equivalente a 570 euros mensuales.
  • En los seis meses siguientes, esta cifra disminuirá al 90% del IPREM, es decir, 540 euros.
  • Para el resto del período, se recibirá el 80% del IPREM, lo que equivale a 480 euros.

Este esquema busca equilibrar la ayuda estatal con los ingresos obtenidos a través del empleo, incentivando la permanencia en el mercado laboral.

Límites y cambios futuros

Es importante tener en cuenta que esta reforma incluye disposiciones adicionales para garantizar su sostenibilidad en el tiempo. A partir de 2026, se implementará un límite adicional del 375% del IPREM, lo que podría restringir el acceso al complemento a aquellos con salarios superiores a este umbral. Este nuevo tope busca equilibrar la distribución de recursos, asegurando que el apoyo llegue a quienes más lo necesitan dentro de los sectores con ingresos más bajos.

Además, el nuevo régimen de compatibilidad entre empleo y paro únicamente estará disponible para contratos por cuenta ajena, excluyendo otras modalidades laborales como el trabajo por cuenta propia. Estas restricciones reflejan la intención de focalizar los recursos en los grupos más vulnerables y de evitar posibles abusos del sistema. Asimismo, se espera que esta limitación fomente la contratación en sectores que a menudo ofrecen condiciones laborales precarias, proporcionando un incentivo adicional para la estabilidad económica de los trabajadores.

La implementación de estas disposiciones será monitoreada de cerca por el SEPE, que también analizará el impacto de estas medidas en el mercado laboral a largo plazo. Este enfoque garantizará que los objetivos iniciales de la reforma se cumplan y que se realicen ajustes necesarios en caso de detectar ineficiencias o brechas en su aplicación.

Fecha de entrada en vigor

Aunque la mayor parte de la reforma de los subsidios de desempleo entrará en vigor en noviembre de 2024, el régimen específico de compatibilidad entre empleo y paro comenzó a aplicarse el 1 de abril de 2025. Esta transición permitirá a las administraciones ajustar sus procedimientos y garantizar una implementación efectiva.

Con esta medida, el Gobierno busca sentar las bases para un mercado laboral más inclusivo y flexible, adaptado a las necesidades de los trabajadores y las demandas de la economía actual. Las expectativas son altas, pero también lo son los desafíos de su implementación efectiva. Será clave monitorear cómo esta reforma impacta en los desempleados de larga duración y si realmente fomenta una reincorporación laboral sostenible. En definitiva, esta iniciativa podría marcar un punto de inflexión en las políticas de empleo en España, impulsando un equilibrio entre apoyo social e incentivación laboral.

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