Deuda, altos costes y refinanciaciones

Las compañías de cannabis, puro humo: pierden en Bolsa casi un 100% tras el ‘boom’ en EEUU y Canadá

Las compañías de cannabis pierden en Bolsa casi un 100% tras el 'boom' en EEUU y Canadá
Planta de cannabis.

El consumo de cannabis con fines recreativos está permitido desde hace cuatro años en Canadá y Uber, a través de Uber Eats, ya reparte marihuana a los ciudadanos de Toronto, la ciudad más poblada del país. 19 Estados de Estados Unidos más Washington DC, la capital, tienen legalizada la posición en pequeñas cantidades para los mayores de 21 años y 37 de los 50 Estados del país permiten su uso con fines médicos. Las compañías de cannabis decidieron dar el salto a Bolsa animadas por estas cifras, pero los inversores han retirado su apoyo tan rápido como lo brindaron. El Global Cannabis Stock Index, el índice bursátil que aglutina a estas compañías cotizadas, se deja un 90% en lo que va de año y más de un 95% desde sus inicios.

Los motivos de las imponentes caídas en Bolsa se deben a que el mercado es pequeño, los costes son elevados, la falta de regulación es máxima y las empresas no han sabido gestionar el crecimiento logrado gracias a la financiación de los inversores. La industria generará 30.000 millones en ventas este año, según diferentes informes, y cinco Estados más de EEUU (Arkansas, Marayland, Dakota del Norte y Dakota del Sur) votarán el mes que viene para legalizar el consumo recreativo.

Hay casos de éxito como el de GW Pharmaceuticals que fue comprada por la irlandesa Jazz Pharmaceuticals, socia de la española PharmaMar, por 7.200 millones de dólares. GW genera 500 millones de dólares con su fármaco Epidiolex, el primer medicamento basado en cannabis aprobado por la FDA, la autoridad sanitaria estadounidense, y que trata la epilepsia.

Pero es un ejemplo puntual y los principales actores del sector -Canopy Growht Corp, Cronos Group, Aurora Cannabis, Hexo Corp y Tilray- miran a Europa para expandir el negocio y convencer a los inversores. Países Bajos es el único miembro de la Unión Europea que tiene autorizado el consumo de cannabis con fines recreativos. Alemania esta cerca de aprobarlo, lo que provocaría un efecto dominó en el resto de Estados miembros de la UE, según los expertos.

Estas empresas son conscientes de ello y en 2020 Aurora organizó un macro evento en España, el Cannabis Europa Madrid, para crear un lobby del sector en el Viejo Continente. La propia Aurora y Canopy registraron plantaciones en España, aunque ahora no aparecen en el registro de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios donde sí están una veintena de empresas que trabajar con cannabis con fines de investigación o para la producción y/o fabricación de cannabis y sus productos con fines médicos y científicos. Una de ellas es Linneo Health, heredera de Alcaliber, del empresario Juan Abelló, líder durante décadas a nivel mundial de medicamentos hechos con morfina y tebaína (opiáceos).

Deuda, altos costes y refinanciaciones

Pero los inversores quieren hechos, no promesas de expansión que se convierten en humo. Les brindaron su apoyo, principalmente entre 2018 y 2019, y retiraron su compromiso porque, pese a la alta facturación, los gestores de las cotizadas, todas de origen canadiense, no han sabido gestionar el crecimiento, según las cifras de las propias compañías.

Canopy, cuyo principal accionista, con un 38% del capital social, es el dueño de la marca de cerveza Corona, tiene la deuda disparada, pese registrar facturaciones récord, por su agresiva política de operaciones corporativas. Ahora tiene que reestructurarse. Cronos Group tampoco ha sido capaz de mantener el ritmo, mientras que la SEC, el supervisor bursátil estadounidense, le ha requerido información contable adicional de los ejercicios de 2019 a 2021.

Los títulos de Aurora rozan el 100% de caída desde sus máximos de octubre de 2018. Las acciones han pasado de 180,4 dólares a 1,4 dólares, pierde el 80% este año. Misma caída desde abril de 2019 para Hexo, con sus títulos en 0,2 dólares desde los 44,4 y caída del 75% este curso. También pérdidas de casi el 100% para Tilay, del 60% en 2022, y los títulos han pasado de 165 dólares a 3. Del 95% el descenso desde máximos en abril de 2019 para Canopy, las acciones de 70 dólares a 3 dólares con pérdida del 70% desde enero. Cronos se deja cerca del 90% desde febrero del mismo año. Las acciones han pasado de 23 dólares a 2,9 dólares desde entonces y retroceden un 25% en este ejercicio.

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