Cómo afecta la subida de tipos en EEUU a la empresa española: se acabó la financiación a tutiplén

Sede de la Reserva Federal de EEUU
Edificio de la Reserva Federal de EEUU.

Si, como dice un proverbio chino, el aleteo de una mariposa puede sentirse al otro lado del mundo, la subida de tipos anunciada ayer en Estados Unidos, la mayor desde el año 2000, podrá igualmente sentirse al otro lado del Atlántico.

También en España y en la actividad de las multinacionales españolas con presencia o relación económica con Estados Unidos, como ACS, Inditex, Santander, Iberdrola, Ferrovial o Grifols.

Economistas consultados por OKDIARIO explican las consecuencias que para la economía y la empresa española tendrá la subida de tipos en Estados Unidos.

«El panorama ha cambiado», afirma el economista Lorenzo Bernardo de Quirós. «La financiación fácil se ha terminado», dice. «A las empresas españolas que ‘cotizan’ en Estados Unidos y con actividad en el país les afecta sí o sí», señala.

«Nuestras multinacionales tienen ahora una posición financiera relativamente cómoda, pero la subida de tipos y el fortalecimiento del dólar frente al euro tensiona las expectativas de actividad, excepto para el sector energético», explica De Quirós.

«Teóricamente se beneficiarían las exportaciones, pero el problema es que el diferencial de tipos genera un flujo de capitales hacia el dólar, y eso provoca que queden menos fondos dispuestos a invertir en euros», añade el economista.

Sobre la incidencia en los flujos de capital de la decisión de la Reserva Federal también incide Joaquín Maudos.

«Los flujos de capital se mueven ante diferenciales de tipos de interés entre países, de forma que si la Fed sube tipos y se amplía el diferencial con el tipo de intervención del BCE, eso incentiva la fuga de capital hacia Estados Unidos, con la consiguiente depreciación del euro», expone Joaquín Maudos, Director adjunto del Ivie y catedrático de la Universidad de Valencia.

«Eso a su vez beneficia las exportaciones de los países de la eurozona (entre ellos España), pero encarece las importaciones que hacemos en dólares (como el petróleo), lo que alimenta la inflación importada», advierte Maudos.

La implicación de la subida de tipos en Estados Unidos sobre la política monetaria europea, y sobre el crecimiento previsto de la economía española, es uno de los aspectos destacados por el economista Gregorio Izquierdo.

«Las subidas de la Fed son más intensas e inmediatas de las que se prevé que haga el BCE», indica Izquierdo, Director del Instituto de Estudios Económicos y Director de Economía de la CEOE. «La economía estadounidense tiene unos altos niveles de inflación subyacente y una situación cercana al pleno empleo, a diferencia de la UE donde la inflación subyacente es mucho menos y el desempleo mayor», señala.

«Aun así», apunta Izquierdo, «el BCE también puede empezar a subir tipos en la segunda mitad del año, aunque a niveles mucho más moderados, como mucho hasta el 0,5% frente a los niveles del 2,5% que se prevé pueda situar los tipos la Fed a finales de año».

Para la economía española, señala el director del Instituto de Estudios Económicos, una subida de tipos de interés del 0,5% «podría suponer una pérdida de entre dos y tres décimas de crecimiento real respecto al escenario alternativo sin subida de tipos de interés».

Sobre el fortalecimiento del dólar frente al euro -la moneda europea se cambia ahora por 1,05 dólares, un nivel no visto desde 2016 y se contempla ya la posibilidad de la paridad, lo que no ha ocurrido durante este siglo-, Gregorio Izquierdo indica que las previsiones al respecto «son especialmente inciertas».

«En principio», explica, el dólar se beneficiaría de su calidad de activo refugio y del diferencial de tipos de interés, «pero los flujos de capitales responden además a otras consideraciones como la evolución prevista de los mercados financieros a corto plazo, tanto de renta variable como de renta fija, que dificultan mucho las predicciones».

«De cualquier modo», continúa, «si el euro siguiera depreciándose respecto al dólar aumentarían las tensiones inflacionarias importadas, tanto por la vía de la energía como de las materias primas, lo que podría acelerar a su vez la tensión en la política monetaria del BCE».

«Por otro lado», añade, «las exportaciones españolas se verían beneficiadas en una relación que podría suponer varias décimas de crecimiento adicional del PIB de la eurozona ante esta depreciación adicional del euro».

La depreciación del tipo de cambio aumentará los costes de producción y de  las importaciones del conjunto de la economía, «sin perjuicio de que las empresas o sectores más abiertos al exterior puedan ver también mejoradas sus ventas fuera de la zona euro si finalmente se produjera esta depreciación», concluye Gregorio Izquierdo.

Dr. Alexandre Muns, profesor de EAE Business School, considera que las empresas españolas que ya están asentadas en Estados Unidos, con inversiones productivas o concesiones, no se verán especialmente afectadas por la subida de tipos decidida por la Fed, como la farmacéutica Grifols, el grupo Amadeus o la constructora ACS, entre otras. «Y si exportan desde una matriz en la eurozona a EEUU, las exportaciones serán más baratas», apunta.

Sin embargo, dice Muns, quien tiene la doble nacionalidad española y estadounidense, y que fue asesor y redactor de contenidos del presidente del Banco Mundial en Washington, la decisión de ayer miércoles de la Fed y la depreciación del euro también tendrá sus efectos negativos.

«Lo negativo para los españoles, para la empresa española, es que nos importa inflación», advierte el economista, «afecta al consumidor indirectamente a través del encarecimiento de hipotecas y créditos al consumo».

«Las importaciones son más caras si el euro se devalúa frente al dólar, y aumenta el coste de la vida para las personas», explica. «La Fed ha subido por primera vez en 22 años su tipo de interés básico 50 puntos, y se espera que las subidas alcancen entre el 3% y el 3,5% a finales de este año», recuerda. «Si continúan los confinamientos en China, los efectos sobre las cadenas de producción y la guerra de Ucrania, el BCE no tendrá más remedio que subir tipos de interés repetidamente, y las empresas tendrán que pagar más por recibir créditos», añade.

«Una mayor inflación en la eurozona y la subida de tipos que exige, también puede destruir demanda en países de tradición luterana, donde se enfatiza el ahorro, como Alemania, Países Bajos, o Finlandia», advierte, «los consumidores pueden optar por reducir el gasto».

Muns apunta otra derivada de la decisión de la Fed, algo más subjetiva: la medida podría desalentar el europeísmo. «Ver un euro débil frente al dólar puede impulsar las posiciones críticas contra la moneda única o la Unión Europea», subraya. «En estos momentos el euro se acera a la paridad frente al dólar, aunque cabe recordar que desde su fundación en 1999 durante casi dos años estuvo por debajo del dólar», recuerda.

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