Colonial y Merlin preparan ventas de activos no estratégicos por valor de casi 300 millones
Grupo Colonial vendió activos no estratégicos en 2021 por valor de 60 millones de euros y este año prevé desinversiones de oficinas por un máximo de 100 millones. Por su parte, la socimi Merlin Properties estima que venderá activos inmobiliarios que no encajan en sus planes de futuro que le reportarán entre 150 y 200 millones de euros, mientras que el año pasado se deshizo de inmuebles por los que ingresó 238 millones, según han explicado ambas compañías en la presentación de sus resultados del ejercicio pasado.
Con estas futuras ventas las inmobiliarias pretenden sacar de sus portfolios activos que ya no encajan en sus futuros planes. Se trata de inmuebles pequeños y en ubicaciones no estratégicas, cuya desinversión apenas se apreciará en el valor total de sus carteras.
En este sentido, los activos de Colonial tenían un valor bruto de 12.436 millones de euros a cierre del ejercicio 2021. En concreto, su cartera está formada por oficinas prime repartidas por Madrid, Barcelona y París, que en 2021 le generaron unos ingresos por rentas de unos 314 millones de euros.
Por su parte, el portfolio de Merlin Properties finalizó el año con un valor de 13.041 millones de euros, es decir, 239 millones más que un año atrás. La cartera de la compañía liderada por Ismael Clemente está formada por naves logísticas, oficinas, locales y centros comerciales; que suman más de tres millones de metros cuadrados de superficie bruta alquilable (SBA) y que generan más de 500 millones de euros de rentas brutas anuales.
Venta de la cartera de BBVA
Por otro lado, Merlin también prepara la venta de su porfolio de 662 sucursales alquiladas a BBVA, que tiene un valor de libros de 1.750 millones de euros. No obstante, se estima que el precio de venta se acerque a los 2.000 millones. Por su volumen, se prevé que esta sea la operación de oficinas más importante del segmento este año.
Actualmente, la socimi está tanteando el apetito inversor del mercado y su consejero delegado asegura que «hay mucho interés» y que entre los interesados hay aseguradoras, fondos de pensiones e inversores tradicionales. Una vez haya finalizado esa fase, enviarán la oferta a BBVA para que decida si ejerce su derecho de tanteo o no.
Una vez se cierre la venta de estas sucursales, Merlin tendrá que destinar el 50% de los ingresos obtenidos al reparto de un dividendo extraordinario. Asimismo, se prevé que el resto de las ganancias se dediquen a reducir el loan to value de la compañía, impulsar sus proyectos de centros de datos y realizar una pequeña recompra de acciones.