La cogeneración cierra enero con un desplome del 50% de su producción y alerta de paradas en las fábricas

La industria de la cogeneración ha cerrado el primer mes del año con un desplome de la producción de casi un 50% en comparación con el mismo periodo del año anterior por la falta de un marco retributivo flexible y estable tras la prórroga de la regulación de 2022 en 2023. Una situación que podría provocar la paralización de las plantas en las que se produce de forma conjunta energía mecánica, eléctrica y térmica a partir del segundo semestre, si el Gobierno de Pedro Sánchez no pone en marcha nuevas medidas para salvar al sector y cambia la metodología de retribución.

Así lo han confirmado fuentes del sector en conversaciones con este diario que han señalado que «a cierre de enero, la industria de la cogeneración registró un desplome de su producción del 46% en comparación con el mismo periodo de 2022, no obstante, cabe destacar la caída fue incluso mayor si lo comparamos con el enero de 2021 con un descenso del rendimiento de las plantas del 51%». «Unas cifras que podrían empeorar de cara a los próximos meses hasta provocar un colapso del sector», avisan.

A la crisis energética derivada de la invasión rusa de Ucrania, que provocó un aumento histórico de la factura del gas de las plantas de cogeneración, ahora hay que sumar la falta de empatía del Ministerio de Transición Ecológica -cartera de Teresa Ribera- con el sector al prorrogar la regulación de 2022 hasta que se concrete las nuevas fórmulas de retribución, que estaba prevista aprobar hace ya 9 meses -mayo de 2021-.

No obstante, los cogeneradores siguen esperando que el Gobierno de Pedro Sánchez ponga en marcha la nueva norma -la última promesa es que en diciembre, antes de que acabase el 2022, estarían lista-, lo que ha disparado la incertidumbre de las empresas porque el mercado mayorista no está reflejando los precios reales, lo que hace muy complicado planificar la actividad de las plantas que suministran este tipo de energía.

Año negro para la cogeneración

Todo ello después de los grandes prejuicios que provocó el Ejecutivo en el sector también en el año 2022, al excluir la cogeneración del tope al gas y crear un agravio comparativo frente a la industria de los ciclos combinados, lo que se tradujo en el cerrojazo de una de cada tres plantas en el segundo trimestre y obligó al Ministerio de Ribera a recular para evitar una avalancha de cierres de definitivos y despidos.

«El sector se enfrenta a un año muy incierto y podríamos volver a repetir la fotografía del segundo semestre de 2022 con plantas de cogeneración cerradas y empresas produciendo a perdidas por la falta de previsión del Ejecutivo», avisan las citadas fuentes. Ante esta situación, piden «la puesta en marcha de un marco regulatorio estable y con carácter urgente».

Tal ha sido la mala gestión del Gobierno de Pedro Sánchez de la crisis del sector, que la cogeneración calcula perdidas de 500 millones de euros por el retraso en la puesta en marcha de las ayudas estatales. Dinero que, tal y como ha avanzado este diario, las empresas reclamarán al Ejecutivo con una avalancha de demandas.