Cifra confirmada: la edad mínima para poder jubilarte de forma anticipada a partir de ahora
La edad que debes tener para prejubilarte y cómo te quedará la pensión
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El sistema de la Seguridad Social en España ofrece dos modalidades de jubilación anticipada: la voluntaria y la involuntaria o forzosa. Cada una de ellas está condicionada por factores como la edad, los años de cotización y la cuantía mínima de la pensión. En 2025, estas condiciones experimentan un ligero cambio, principalmente debido al progresivo retraso en la edad legal de jubilación ordinaria.
Para quienes hayan planeado anticipar su retiro laboral, es fundamental conocer las cifras exactas y los nuevos requisitos que deben cumplir. Tanto si optas por jubilarte por elección propia como si las circunstancias laborales te obligan a hacerlo, estos cambios impactarán en cómo y cuándo podrás acceder a tu pensión. Además, es importante considerar que el cálculo de la pensión está influenciado por coeficientes reductores que varían según el periodo de anticipo y los años cotizados. Estos ajustes pueden suponer una diferencia significativa en el importe final que recibirás. A continuación, analizamos en detalle cómo quedará configurado este sistema a partir de 2025 y qué es lo que vas a cobrar si deseas la jubilación anticipada.
Edad mínima para la jubilación anticipada voluntaria
En 2025, la edad mínima para acceder a la jubilación anticipada voluntaria será de 64 años y 8 meses para quienes tengan menos de 38 años y 3 meses cotizados. Sin embargo, si se supera este umbral de cotización, se podrá solicitar la jubilación anticipada a partir de los 63 años. Este retraso de dos meses en comparación con 2024 responde al incremento gradual en la edad legal de jubilación ordinaria, que alcanzará los 66 años y 8 meses en 2025.
Un requisito adicional es que el importe de la pensión resultante, tras aplicar los coeficientes reductores, sea superior a la pensión mínima correspondiente por situación familiar al cumplir los 65 años. Si no se cumple este criterio, no se podrá acceder a la jubilación anticipada voluntaria.
Esta modalidad es ideal para aquellos trabajadores que han tenido una trayectoria laboral continua y desean disfrutar antes de tiempo de su jubilación. Sin embargo, las penalizaciones económicas pueden ser significativas, por lo que es importante planificar cuidadosamente.
Edad mínima para la jubilación anticipada involuntaria
La jubilación anticipada involuntaria permite a los trabajadores retirarse hasta 48 meses antes de la edad ordinaria de jubilación, es decir, a partir de los 62 años y 8 meses en 2025 para quienes hayan cotizado menos de 38 años y 3 meses. En el caso de quienes superen esta cantidad de cotizaciones, la edad mínima se reduce a 61 años.
Esta modalidad está destinada a quienes se ven forzados a abandonar el mercado laboral por motivos ajenos a su voluntad, como despidos colectivos o motivos económicos. También está sujeta a coeficientes reductores, aunque estos son más flexibles para carreras laborales extensas.
En este contexto, es crucial contar con un respaldo económico adicional que permita compensar las posibles reducciones en la pensión. Las decisiones tomadas en esta etapa pueden impactar significativamente en la calidad de vida durante la jubilación.
Coeficientes reductores: ¿Cómo afectan a la pensión?
Los coeficientes reductores son porcentajes que se aplican a la pensión por cada mes de anticipación respecto a la edad ordinaria de jubilación. En el caso de la jubilación voluntaria, los coeficientes varían entre el 3,26% y el 21%, dependiendo del periodo adelantado y los años cotizados. Por ejemplo, jubilarse 24 meses antes del plazo supone un descuento mayor que hacerlo con sólo un mes de antelación.
En la jubilación involuntaria, los coeficientes también oscilan en función del tiempo de anticipo y los años cotizados, llegando a un máximo del 30% por cuatro años de adelanto. Sin embargo, para quienes acrediten largas carreras de cotización, el impacto de estos coeficientes se reduce considerablemente.
Es importante destacar que los coeficientes reductores también tienen en cuenta los ingresos teóricos del jubilado. En algunos casos, las penalizaciones pueden ser absorbidas parcialmente por la evolución de la pensión máxima, lo que supone un alivio para ciertos perfiles de trabajadores.
Bonificaciones por retrasar la jubilación
Por el contrario, quienes decidan postergar su jubilación más allá de la edad ordinaria pueden beneficiarse de incentivos económicos. Estos incluyen un aumento de la pensión del 4% por cada año de demora, una cantidad fija o una combinación de ambos. Esta opción resulta especialmente atractiva para quienes buscan maximizar su pensión mensual.
Este tipo de bonificaciones es una forma eficaz de incrementar los ingresos durante la jubilación, especialmente para aquellos que tienen una expectativa de vida más larga o que desean mantener un nivel de vida cómodo durante su retiro.
Excepciones y situaciones especiales
No todos los trabajadores están sujetos a estas reglas generales. Sectores con actividades penosas, peligrosas o insalubres, así como personas con una discapacidad igual o superior al 45%, pueden beneficiarse de bonificaciones de edad. Estas excepciones no se consideran para el cálculo de la jubilación anticipada convencional.
También es relevante considerar los regímenes especiales, como el de los trabajadores agrarios o los profesionales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, quienes pueden acceder a condiciones más ventajosas.
En definitiva, la jubilación anticipada en 2025 introduce cambios que buscan equilibrar el sistema de pensiones con la realidad demográfica y económica. Comprender cómo afectan estas modificaciones a cada modalidad de jubilación es clave para tomar decisiones informadas sobre el momento adecuado para retirarse. Tanto si optas por adelantar tu retiro como si decides prolongarlo, planificar con antelación te permitirá maximizar los beneficios de tu pensión.
Con una estrategia adecuada, es posible minimizar las penalizaciones y garantizar una jubilación cómoda y acorde a tus necesidades. El análisis de estos factores es esencial para asegurar una transición tranquila hacia esta nueva etapa de la vida.