Ingreso mínimo vital

CEOE pide ser «muy duros» ante los abusos con el ingreso mínimo y cree que debería ser «temporal»

CEOE pide ser «muy duros» ante los abusos con el ingreso mínimo y cree que debería ser «temporal»
Así es el simulador que ha puesto en marcha el Gobierno sobre el Ingreso Mínimo Vital

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha reclamado que hay que ser «muy duros» ante los posibles «abusos» que se cometan en las solicitudes del ingreso mínimo vital aprobado por el Gobierno de Pedro Sánchez. Ha dicho que es una medida a la que no se han «negado» pero que consideran que debería haber sido «coyuntural», hasta el mes de diciembre, y «no estructural».

«Es fundamental trabajar en todo lo que pudiera ser saltarse la norma, en los planteamientos de abuso de la medida, ahí hay que ser muy duros, porque ayudaría más a la economía sumergida que es un gran problema en España. Pero la CEOE no solo no lo ha negado (el ingreso mínimo vital) sino que nos parece lo correcto», ha precisado Garamendi este martes 2 de junio en un debate virtual con el obispo auxiliar de Bilbao y el economista, Joseba Segura, organizado por la Fundación Pablo VI.

En todo caso, Garamendi ha rechazado que se haya aprobado una medida «estructural» en «pleno Estado de Alarma». A su juicio, debería haberse aprobado una prestación con carácter «coyuntural», hasta «diciembre» y en enero «sentarse con más tranquilidad» para aprobar «con un consenso» una medida permanente.

Asimismo, considera que el ingreso mínimo vital debe ir «orientado hacia la empleabilidad». «No solo dar peces sino dar la caña para que puedan pescar», ha ejemplificado el presidente de la CEOE.

Si bien, ha insistido en que «en ningún caso» se han planteado «decir que no» a esta prestación porque «hay que ayudar a los más vulnerables» y ha recordado las «colas de gente» a las puertas de ONGs como Cáritas.

Las cifras desmontan que el ingreso mínimo vital sea tan ambicioso como dice Pablo Iglesias. El vicepresidente del Gobierno dijo que el ingreso mínimo vital del Gobierno es la mayor conquista social de los últimos tiempos. Si eso fuera cierto, habría que llegar a la conclusión de que el resto de rentas mínimas vitales ya reguladas en comunidades y ayuntamientos son, al menos, dos veces esa conquista social.

Porque literalmente la suma de sus importes duplica con creces al anunciado a bombo y platillo por Pablo Iglesias: 7.200 millones entre todas las ayudas de este estilo ya en vigor, frente a los 3.000 millones del nuevo ingreso mínimo nacional. Para colmo, todos esos mínimos vitales territoriales son previos. Con lo que la «conquista» de Iglesias se queda en un falso hito.

Un sistema de compra de votos

El Gobierno ha montado en la práctica un sistema de compra de votos con su ingreso mínimo vital con el que pretende llegar a 2,3 millones de personas y a 850.000 hogares. Tanto el PSOE como Podemos lo están tratando de rentabilizar electoralmente.

La medida aprobada en Consejo de Ministros no sólo se otorgará a personas que verdaderamente están en situación de pobreza severa, sino que este ingreso será compatible con tener un puesto de trabajo, al menos durante «cierto tiempo», pero no se ha detallado cuánto.

Según ha detallado el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, en la rueda de prensa posterior del Consejo de Ministros, cuando un desempleado encuentre un puesto de trabajo, parte de su salario estará exento transitoriamente en el cálculo de la prestación.

En concreto, en el caso de los hogares en los que alguno de los miembros ya trabaja pero que la familia tenga reconocido el derecho a este subsidio, «por cada euro de salario adicional que gane un beneficiario, su Ingreso Mínimo Vital se reducirá en una cantidad inferior».

El vicepresidente Iglesias lo ejemplificó de la siguiente manera: si alguien que está cobrando el ingreso mínimo vital consigue ganar 100 euros más al mes, «no se le restarían 100 euros de la prestación, sino algo menos».

Si una persona que recibe esta prestación incrementa sus ingresos laborales, una parte de esos ingresos no computarán para el cálculo de la prestación.

El argumento de Pablo Iglesias para justificar que se pueda seguir cobrando parte del subsidio aunque se trabaje es el siguiente: evitar «la situación en la que alguien se ve obligado a elegir entre un empleo y aceptar una prestación social».

¿Cómo es la nueva prestación creada por el Gobierno?

El Ingreso Mínimo Vital fija un umbral mínimo de renta garantizado para cada tipo de hogar, dependiendo del número de miembros, que parte de los 461,5 euros al mes en doce pagas para un adulto solo, el equivalente a una pensión no contributiva.

El máximo será de 1.015,3 euros al mes en doce pagas para familias de 2 adultos con 3 niños o de 3 adultos con 2 niños, entre otras, en tanto que se establece un complemento adicional para las situaciones de monoparentalidad de 100 euros.

Se podrá solicitar a partir del 15 de junio y todas las solicitudes que se cursen desde ese momento hasta el 15 de septiembre se cobrarán con carácter retroactivo desde el 1 de junio, aunque se empezará a pagar el mes que viene de oficio a todas las personas que ya estén percibiendo una prestación por hijo a cargo.

Podrán solicitar la prestación todas las personas que tengan entre 23 y 65 años, o desde 18 años si hay menores a cargo, que lleven al menos un año de residencia legal en España. El ingreso mínimo cubrirá la diferencia entre la renta existente en cada hogar (incluidas las salariales) y el umbral fijado para ese tipo de hogar.

La medida establece un límite de patrimonio para acceder a la prestación que aumenta en función del número de personas de la unidad de convivencia y parte de 16.614 euros de patrimonio neto para una persona que viva sola, hasta un máximo de 43.196 euros.

Los potenciales beneficiarios tendrán que solicitar el subsidio preferentemente a través de la sede electrónica de la Seguridad Social.

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