¡La burbuja de la inmoralidad!
«No ser controlado por una emoción ayuda a ver las cosas a un nivel más alto»». Ray Dalio
Quería no hablar como se escribe, sino escribir como se habla. El que habla relata al que oye sus propios movimientos. Lo que intento hacer es una trasposición literaria de los hechos de mi propia conciencia. La trasposición no es una deformación sino el descubrimiento de formas especiales de sensibilidad, ¿no les parece? Al fin y al cabo, no es una cuestión de palabras. Siempre sobran, en realidad… y los hechos son lo único que nos queda. Y hablando de hechos, ¿estamos inmersos de lleno en una burbuja?
Créanme cuando les digo que ésta, y no otra, es ¡la pregunta! En las principales mesas de negociación del mundo, puesto que la idea de base respecto de la aplicación del plan de estímulos de la Fed y su compra masiva sobre las denominadas “Securities Held Outright” ha logrado retener la friolera de nada menos que ¡8 trillones de dólares! Que sumados a los 800.000 millones de dólares que ya se acumulan en las compras apalancadas que sujetan el NYSE (margin debt), podríamos afirmar que la duda incluso ofende… Una vez más, hechos que nos recuerdan que entre la memoria y la realidad, hay discrepancias ciertamente incómodas.
Creo férreamente que la verdadera maldad en este mundo pasa por saber lo que está mal, ver lo que está mal, y mirar para otro lado. Cuando tienes el poder de cambiar las cosas, y no lo haces, eso señores es maldad. Yo personalmente, me siento cómoda posicionándome, ya me conocen. Y la gran distorsión en forma de maldad que habita sobre Mr. Market nos despista curiosamente si realizamos un estudio profundo de la teoría de Dow, aplicando la norma del principio de la confirmación y la divergencia a los 114 ‘supersectors’ que componen el ICB benchmark del Dow Jones US ÍNDEX.
¿Mercado alcista o bajista?
Este indicador que históricamente nos ha advertido mediante un fallo de amplitud de todas las recesiones de la economía americana, y por ende del arranque de un mercado bajista, está actualmente en niveles de confirmación del 80%, algo que de alguna manera nos da confianza para enfrentarnos a un mercado que como mínimo debería continuar subiendo durante los próximos seis meses.
Sin embargo, es tal el impacto de los casi nueve trillones de dólares que suman las intervenciones de la Fed junto con las compras apalancadas, que dicha capitalización se reparte en pocos valores que nos impiden analizar y conocer el verdadero trasfondo del mercado. Si retiramos de esta ecuación a las FAAMG (Facebook, Amazon, Apple, Microsoft y Google), a Tesla, Netflix o Nike, y a los grandes bancos de inversión que como JP Morgan o Goldman Sachs, que han multiplicado sus beneficios aprovechándose de esta burbuja, entonces nos encontramos con que el mismo indicador que les comento advierte un mercado alcista en el que únicamente el 56% de sus componentes marcan con absoluta claridad una tendencia alcista, algo que sin lugar a dudas es revelador, ¿no creen?
En este claro encuadre donde pocas compañías sujetan el mercado, técnicamente se suele marcar un patrón de divergencia que en este caso vemos por segunda vez en este longevo mercado alcista que vimos nacer por allá en 2009, y que se puso en duda causalmente por vez primera en el otoño de 2018, momento en el que Jerome Powell de manera más que decidida aplicó un ‘tapering’ capaz de retirar medio trillón de USD a cambio de tumbar las bolsas mundiales un nada desdeñable 25%.
Con ello, lo que intento explicarles hoy, es que no puedo negarles que el mercado se encuentra en una fase interesante bajo mi punto de vista, eso sí, sumido en una única duda, y esta no es otra que si la inyección fiscal que se nos viene encima será capaz de soportar el ‘tapering’ y alargar una burbuja financiera de tal magnitud que trae consigo consecuencias a día de hoy inimaginables para la gran mayoría. En Blackbird Bank hemos empezado a plantear una estrategia más focalizada en nuestro Trading más táctico, el que a mí más me gusta.
¿Cómo? Protegiendo nuestra tesis de valor que diera comienzo en marzo del año 2020, momento en el que el crash nos facilitó entrar operativamente de manera decidida en compañías cíclicas que como Freeport McMoran, Southern Copper, ACS, Repsol, Tenaris o Schlumberger entre otras, nos han permitido doblar el capital de nuestros inversores y hacernos plácidamente con la carbonera Consol Energy a 4,5 USD/acc, que hemos visto cotizar a día de hoy por encima de los 28,25 USD, algo que supone todo un éxito para nuestra mesa de operaciones tras obtener en algo más de un año un retorno del 527%.
Siempre hace falta un golpe de locura para desafiar al destino. Uno tiene que ir muy lejos, para saber hasta dónde se puede ir, y a mi de eso no me cabe duda. Al fin y al cabo vivir es tener opiniones, deberes, aspiraciones e ideas y soy consciente de que las oportunidades se gestionan cuando uno se cerciora muy bien de los riesgos, y actúa más planteando la hipótesis desde la razón y la paciencia, que desde la emoción.
Como les citaba inicialmente; no ser controlado por una emoción ayuda a ver las cosas a un nivel más alto, y saber dominar los tiempos del mercado con determinación nos ayuda sobremanera a comprender que Mr. Market tiene tiempo para todo, sin olvidar que el tiempo es siempre sinónimo de oportunidad, y saber comprender las oportunidades que pocas veces el tiempo nos da forma parte de un futuro que determinará si te conviertes en un ganador o un mediocre.
Para mi todo depende de la elección de ejecutar decididamente aquello que a veces tristemente intuimos y que no somos capaces de ejecutar por miedo a las consecuencias de nuestros errores, o lo que es lo mismo, la falta de valentía para asumir unos riesgos que somos capaces de comprender, pero incapaces de asumir. Y esto en manos de la mayor burbuja financiera de la historia, pesa tan, ¡pero tan poco! que sería para mi un rotundo fracaso moral mirar para otro lado, al fin y al cabo, nadie es haragán con lo que ama.
Gisela Turazzini, Blackbird Bank Founder CEO.