Los salarios subirán un 8,5% en dos años

Bruselas cree que España debería imitar el pacto salarial de Alemania para contener la inflación

Alemania, IPC, Destatis
La tasa de inflación en Alemania ha desacelerado por quinto mes consecutivo.

La Comisión Europea está muy satisfecha con el acuerdo salarial alcanzado en la industria del metal de Alemania para hacer frente a la crisis de la inflación y cree que puede servir de guía para otros países como España, embarcados en plena negociación colectiva y donde las reivindicaciones de las centrales sindicales albergan pretensiones «muy por encima de lo aconsejable para frenar el crecimiento de los precios», según las fuentes consultadas por OKDIARIO.

En Alemania, la patronal y los sindicatos han suscrito un pacto por el que los salarios crecerán un 8,5% durante los dos próximos años, más una paga lineal de 1.500 euros de una sola vez. De acuerdo con las previsiones de Bruselas, la inflación allí va a acabar por encima del 10% en 2022, por lo que «se ha hecho un esfuerzo de contención considerable. Sería bueno que se imitara en otros países», indicaron los mismos medios.

En España, las negociaciones entre la patronal CEOE y los sindicatos están completamente rotas. Primero, porque la organización empresarial celebra hoy elecciones a la Presidencia, y durante el mes pasado ha endurecido su postura con el Gobierno y las centrales, que presionan insistentemente en favor de un pacto de rentas con un aumento de las retribuciones que en opinión del actual responsable de los empresarios, Antonio Garamendi, son desorbitadas e inasumibles en un escenario de alta inflación, dificultades crecientes para las compañías y aumento de las quiebras y de los cierres de negocio.

Adicionalmente, los sindicatos están en plena cadena de movilizaciones ante las sedes de la patronal para defender sus reivindicaciones, una estrategia que no invita precisamente al acuerdo. «No vamos a tolerar de forma pacífica que la patronal aspire a que la crisis la paguen los trabajadores», han declarado tanto Pepe Álvarez como Unai Sordo, secretarios generales de UGT y de Comisiones Obreras, respectivamente.

Las dos centrales exigen a los empresarios una subida de los sueldos de un 4,5% este año con efectos retroactivos, y entre un 3% y un 2,5% los dos próximos ejercicios -niveles bastante por encima de los acordados en Alemania a pesar de que en estos momentos la inflación española está por debajo-. De lo contrario, apuestan por el conflicto, han dicho. Pero tanto la Comisión Europea como el Banco Central Europeo están muy preocupados por los llamados efectos de segunda ronda, es decir, la traslación de los precios a los salarios, y pugnan para evitar que esto acabe sucediendo.

Los mensajes que lanza el Gobierno español van, sin embargo, en sentido contrario. La vicepresidenta Díaz, que mantiene una alianza férrea con las centrales sindicales -para las que ha aprobado cuantiosas subvenciones a lo largo de toda la legislatura-, sostiene que los sueldos deben tener aumentos sustanciales para paliar el deterioro de los presupuestos familiares, y está empujando un fuerte incremento del salario mínimo interprofesional que rechazan rotundamente los empresarios. De manera que las posibilidades de un acuerdo entre la patronal y los sindicatos es remota, e incluso mucho más lejana la viabilidad de un futuro pacto de rentas para afrontar la crisis.

 

Lo último en Actualidad

Últimas noticias