Biden bloquea la venta US Steel pese a las advertencias de cierre de fábricas y el descalabro en Bolsa
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, bloqueará la compra de United States Steel (US Steel) por parte de Nippon Steel después de que el Comité de Inversiones Extranjeras haya informado a la compañía japonesa de que la operación planteaba problemas de seguridad nacional que no podían ser mitigados por ninguna de las partes.
La siderúrgica asiática, no obstante, ha asegurado que no ha recibido ninguna actualización sobre el caso por parte de dicho organismo, al tiempo que ha recordado que siempre ha defendido que la transacción no pone en jaque la seguridad nacional de EEUU.
«Nippon Steel cree firmemente que el Gobierno de Estados Unidos debe gestionar adecuadamente los procedimientos sobre este asunto de acuerdo con la ley», ha afirmado mediante un comunicado.
Por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, ha indicado que el análisis es «sorprendentemente independiente», aunque aún no se ha trasladado ninguna recomendación al presidente.
Fuentes anónimas recogidas por Bloomberg apuntan a que Biden vetará la adquisición tan pronto el Comité remita formalmente su dictamen, lo que podría ocurrir esta misma semana.
US Steel antes de Biden
Esta compañía ha protagonizado una de las jordanas en Bolsa más críticas tras alcanzar caídas intradía del 25%. No obstante, sus acciones se rebajaban un 17% al cierre de Wall Street, un porcentaje nada desdeñable. El motivo de este problema es la incertidumbre a raíz del posible bloqueo del Gobierno de los Estados Unidos de la venta de esta compañía a Nippon Steel, su equivalente en Japón.
En concreto, la metalúrgica japonesa se encuentra en un proceso de compra de la americana, pero no sin problemas. La candidata demócrata, Kamala Harris, a las próximas elecciones de los Estados Unidos ha declarado que US Steel «debe permanecer en manos norteamericanas» y el republicano Donald Trump tiene una opinión parecida.
Fuentes expertas del sector explican a OKDIARIO que el acero al carbono, principal activo de la empresa, se utiliza para elaborar «coches, tanques, armas o satélites», algo que es considerado por los responsables políticos como un «sector estratégico».
Por ello, las autoridades norteamericanas quieren impedir que la mercantil recaiga sobre manos extranjeras, puesto que la consideran como un gran valor dentro de su economía nacional.
Ante esta incertidumbre por el posible bloqueo de la operación, US Steel ha advertido que no tiene dinero suficiente como para hacerse cargo de sus gastos actuales. Por ello, ha avisado de que es probable que se vea obligado a cerrar fábricas e, incluso, trasladar su sede. Esto traería consecuencias graves sobre el empleo americano.
Las fuentes del sector insisten a este periódico que la producción del acero al carbono, a diferencia del acero inoxidable, depende mucho de la rotación, dado que sus márgenes son más pequeños. Así, una debilidad en el mercado está haciendo mella sobre las cuentas de US Steel.
Para los políticos americanos, esto no es un motivo suficiente como para ceder la empresa a Japón. Dada toda la producción que depende de estos materiales, tanto Kamala Harris como Donald Trump se muestran a favor del veto a la compra.