El BCE quiere dejar sin poderes a Carlos Torres y que BBVA nombre un nuevo consejero delegado
El caso del BBVA es especial dentro del objetivo del BCE de quitar los poderes ejecutivos a los presidentes de la banca española, adelantado por OKDIARIO. En la entidad de origen vasco, no sólo pretende despojar de esas funciones al presidente, Carlos Torres, sino también que nombre a un nuevo consejero delegado, porque no quiere que la estrategia de un banco sistémico esté en manos de Onur Genç, por su origen -Turquía- y su proximidad a Erdogan, según fuentes conocedoras de la situación.
El supervisor europeo nunca ha visto con buenos ojos el ascenso de Genç al puesto de CEO cuando su antecesor, el propio Torres, ascendió a la presidencia tras la dimisión de Francisco González, imputado por el caso Villarejo. Y menos todavía le ha gustado su nueva apuesta por Turquía con la reciente opa sobre el Garanti, en pleno desplome de la lira y con las fuertes tensiones geopolíticas en la UE y en la OTAN derivadas de la invasión de Ucrania.
«El BCE está decidido a quitar las funciones ejecutivas a todos los presidentes para dárselas a los consejeros delegados, pero ese objetivo choca con la cuestión de Onur Genç en BBVA. Así que van a negociar con el banco para buscar una alternativa menos problemática, que probablemente tendrán que fichar en el mercado internacional», según una de las fuentes.
En todo caso, estas fuentes advierten de que el asunto llevará tiempo dada su complejidad. «El BCE dará un plazo más o menos largo al BBVA para resolver el problema, pero al final es la solución que pretende. Y suele conseguir lo que pretende», añade otra fuente.
Precisamente, la reciente compra del 86% de la filial turca puede dar una salida a Genç, que podría volver a su país a ocupar la presidencia de Garanti, lo que daría al BBVA la excusa para poder buscar otro consejero delegado más del agrado del BCE.
El caso del Santander, más fácil de resolver
Este movimiento será uno de los más complicados que requiere el BCE para acabar con el «Spanish issue», la tradición española de tener presidentes ejecutivos plenipotenciarios en la banca que tampoco son accionistas relevantes. El otro caso difícil es el del Santander, donde Ana Botín tendrá que renunciar a sus funciones ejecutivas en favor del consejero delegado.
Ahora bien, las fuentes coinciden en que la cuestión del mayor banco español tardará menos en resolverse que la del BBVA. Como ha venido informando en exclusiva OKDIARIO, el consejero delegado del Santander, José Antonio Álvarez, quiere abandonar el puesto cuanto antes. Y esta ocasión será aprovechada por el supervisor para imponer un nuevo CEO con verdaderos poderes; de ahí que no le guste el candidato de Botín, el portugués Antonio Simões, al que ve con un perfil muy semejante a Álvarez (hombre de la casa ascendido).
También habrá problemas en otras dos entidades más pequeñas de perfil claramente presidencialista: Abanca (Juan Carlos Escotet) y Kutxabank (Gregorio Villalabeitia). Más fácil será resolver el problema en CaixaBank (Goirigolzarri tiene pocas funciones ejecutivas y no habrá dificultades para que las pierda) y en Unicaja, donde Manuel Azuaga tiene que dejar la presidencia ejecutiva de todos modos en 2023. Bankinter, Sabadell e Ibercaja ya han adaptado su gobernanza al modelo que quiere el BCE.