El BCE mantiene los tipos de interés en el 4,5% y aleja la posibilidad de una rebaja temprana
El BCE no toca los tipos de interés ante la bajada de la inflación y el enfriamiento de la economía europea y revisa a la baja la inflación de 2023 y 2024
El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido mantener los tipos de interés en el 4,5% en su reunión de este jueves, sumándose así a la política monetaria de la Reserva Federal y del Banco de Inglaterra, que también han dejado intactos los tipos en sus reuniones de esta semana. Es la segunda reunión consecutiva que el BCE decide congelar los tipos de interés después de una escalada iniciada en julio de 2022, cuando el precio del dinero era del 0%.
«Si bien la inflación ha disminuido en los últimos meses, es probable que vuelva a recuperarse temporalmente en el corto plazo», asegura el BCE en una nota. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha advertido además en la rueda de prensa habitual tras la reunión del Consejo de Gobierno que prevé un repunte de la inflación en diciembre. Lagarde ha dejado claro también que no se ha debatido en ningún momento una rebaja de los tipos de interés.
El BCE ha insistido también en que los tipos de interés se encuentran en un nivel que, mantenido en el tiempo, conseguirá su objetivo de reducir la inflación al 2% en 2025. De hecho, ha revisado a la baja su previsión de inflación para este 2023 -5,4%- y sobre todo para 2024 -al 2,7%-. En 2025 prevé el 2,1% y en 2026, el 1,9%. Aún así, el BCE mantendrá los tipos en el 4,5% «el tiempo que sea necesario».
«El Consejo de Gobierno considera que los tipos de interés oficiales del BCE se encuentran en niveles que, mantenidos durante un período suficientemente largo, contribuirán sustancialmente a este objetivo. Las futuras decisiones del Consejo de Gobierno garantizarán que sus tipos oficiales se fijen en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario», señala.
La posibilidad por tanto de que el BCE baje los tipos antes de marzo o abril de 2024 queda un poco más lejos y dependerá del análisis de los datos. Según Lagarde, la clave será ir analizando los datos cada mes. La francesa advierte de riesgos al alza para la inflación -las guerras y las condiciones climáticas del invierno- y también de opciones a la baja motivadas por la caída de la demanda. En este sentido Lagarde ha pedido a los gobiernos que retiren las medidas de apoyo implementadas para contener el impacto de la subida del coste de la vida. «Esto es esencial para evitar aumentar las presiones inflacionarias a medio plazo, que de otro modo exigirían una política monetaria aún más estricta», ha advertido.
El organismo admite que la economía se ha enfriado por el aumento de los tipos de interés, pero estima una mejora para los próximos años: del 0,6% de crecimiento de 2023 al 0,8% para 2024, y al 1,5% tanto en 2025 como en 2026. Aún así, el BCE ha empeorado sus anteriores previsiones sobre la economía europea para este año y para 2024, cuando esperaba un crecimiento del 1%.
BCE: programa de compras
Además, el BCE ha decidido mantener su actual política de reinversión de los vencimientos en las compras de deuda de los países miembro hasta el segundo semestre de 2024, momento en el que empezará a desprenderse de 7.500 millones de euros mensuales. Interrumpirá las reinversiones a finales de 2024, política que no le viene bien a España.
Por su parte, el Banco de Inglaterra ha decidido mantener el tipo de interés en el 5,25%, el nivel más alto desde 2008 y sin cambios por tercera reunión consecutiva. La decisión tuvo seis votos a favor, mientras que otros tres miembros votaron a favor de elevar la tasa un cuarto de punto, hasta el 5,50%. La tasa de inflación del Reino Unido se situó el pasado mes de octubre en el 4,6%, frente a la subida de los precios del 6,7%, en el mes anterior, lo que supone la lectura más baja del dato desde octubre de 2021.