El BCE baja los tipos otros 25 puntos y enero arrancará con nuevas bajadas en las hipotecas
El BCE rebaja por tercera vez consecutiva los tipos y las hipotecas seguirán bajando en 2025
Lea aquí el comunicado del BCE completo
La estanflación, el nuevo peligro al que se enfrentan Europa y el BCE
El Banco Central Europeo -BCE- rebaja 25 puntos básicos los tipos de interés, lo que incentivará el crédito y abaratará las hipotecas una vez más, la tercera consecutiva, pero el miedo está tomando forma de estanflación entre los directivos del regulador. Es decir, el peligro es que los precios sigan subiendo por encima del 2% mientras el crecimiento se estanca.
El BCE destaca que ha decidido hoy reducir en 25 puntos básicos los tres tipos de interés oficiales. «En consecuencia», aseguran, «los tipos de interés de la facilidad de depósito, las operaciones principales de financiación y la facilidad marginal de crédito se reducirán al 3,00%, el 3,15% y el 3,40%, respectivamente, con efecto a partir del 18 de diciembre de 2024».
El BCE, en su comunicado de hoy, prevé «una inflación general media del 2,4% en 2024, del 2,1% en 2025, del 1,9% en 2026 y del 2,1% en 2027, cuando entre en funcionamiento el sistema ampliado de comercio de derechos de emisión de la UE. En cuanto a la inflación sin incluir la energía y los alimentos, el personal técnico prevé una media del 2,9% en 2024, del 2,3% en 2025 y del 1,9% tanto en 2026 como en 2027».
La mayoría de los indicadores de inflación subyacente sugieren que la inflación se estabilizará en torno al objetivo de mediano plazo del 2% fijado por el Consejo de Gobierno de manera sostenida. La inflación interna ha disminuido ligeramente, pero sigue siendo alta, principalmente porque los salarios y los precios en ciertos sectores todavía se están ajustando al aumento inflacionario del pasado con un retraso sustancial.
Christine Lagarde y su equipo se enfrentan a un crecimiento económico débil y a una inflación sostenida, que incluso va en aumento, y lo hacen sabiendo que si suben los tipos para controlar la inflación, pueden hacer que descarrile la recuperación en países como Alemania o Francia. La bajada de hoy trata de fomentar el crecimiento.
La de hoy, además, ha sido la última reunión del año para el BCE y su Consejo de Gobierno, que volverá a reunirse a finales de enero, y ha estado marcada por la victoria de Donald Trump y la puesta en marcha, en Estados Unidos, de nuevas medidas proteccionistas.
Europa tieen que competir con EEUU y con China, y necesitará hacerlo con nuevos incentivos económicos. El BCE trata con las bajadas de tipos de interés de fomentar el flujo de crédito, pero la propia Lagarde ha explicado ya en varias ocasiones que «no bastará con eso», abriendo la puerta a una mayor «emisión de deuda por parte de Europa» para hacer frente a los dos grandes bloques económicos.
El problema al que se enfrenta el Banco Central Europeo, y que no termina tampoco de aclarar en el día de hoy, es el de incentivar la economía al tiempo que trata de guardarse también munición para el futuro. La idea de los de Lagarde es que haya crédito, e incluso impulsar deuda para tener un mayor crecimiento y empresas fuertes, pero si viene un revés, ya no tendrá con qué luchar. Si arrecia una crisis económica el próximo año, o Alemania no consigue remontar, Europa se enfrentará a ese problema con los tipos de interés ya bajos, y con la deuda disparada. Y eso impedirá que se pueda maniobrar para evitar el golpe a las economías domésticas.
En todo caso, aún falta tiempo para que eso pueda producirse y, sobre todo, hay margen para que los tipos vayan desde el 3,50% hasta el 0%, donde ya estuvieron durante la crisis de deuda en Europa.
Crecimiento e inflación en Europa
Los datos de Eurostat reflejan que la tasa de inflación de la zona euro subió en noviembre hasta el 2,3% en términos interanuales. Este nivel se encuentra por encima de lo que se considera estabilidad de precios, como explica el Banco de España: «El Consejo de Gobierno del BCE considera que la mejor forma de mantener la estabilidad de precios en la eurozona es teniendo un objetivo de inflación del 2% a medio plazo».
A su vez, el Producto Interior Bruto -PIB- de la eurozona y del conjunto de la Unión Europea creció tan sólo un 0,4% en el tercer trimestre respecto de los tres meses anteriores. Por otro lado, el índice PMI de S&P Global desvela que la economía europea se enfría y que la actividad del sector privado de la eurozona empeora, rozando niveles de contracción.
El BCE abre la puerta a disparar la deuda
La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, defendió este miércoles la generación de deuda común en toda la Unión Europea con el objetivo de crear inversiones conjuntas «bien definidas» para poder competir con China y Estados Unidos. Según la responsable de política monetaria, es necesario recortar la brecha que existe entre estos bloques y el endeudamiento es una buena forma de conseguirlo.
Así lo declaró la presidenta del banco central durante una intervención ante los eurodiputados de la comisión de Economía y Asuntos Monetarios del Parlamento Europeo. En ella, Lagarde ha insistido en que esto forma parte de una estrategia que el BCE ha defendido durante bastante tiempo.
La responsable hizo hincapié en que los Veintisiete necesitan unir sus fuerzas en base a las recomendaciones del informe que el ex primer ministro italiano y su predecesor en el cargo, Mario Draghi, elaboró a petición de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Suiza trata de disparar el crédito
El Banco Central Europeo no es el único que se ha pronunciado en el día de hoy dentro del Viejo Continente. De hecho, antes de la decisión tomada por Lagarde y su equipo, el Banco Nacional de Suiza ha presentado su decisión respecto a los tipos de interés y lo ha hecho con una gran sorpresa: una bajada de tipos de 50 puntos básicos, hasta el 0,5%, lo que supone la cuarta rebaja del precio del dinero en ese país.
Además, es la mayor bajada del tipo de referencia por parte del Banco Nacional de Suiza desde enero de 2015, cuando optaron por dejar de fijar un cambio mínimo frente al euro en respuesta a la considerable depreciación de la moneda de la eurozona.