Banco Central Europeo

Los bancos españoles, los más reacios a conceder créditos a los hogares en el año de la pandemia

Hogares espñaoles

Los bancos españoles son los más reacios de Europa a conceder créditos a los hogares. Así lo confirma el último boletín económico del Banco Central Europeo, que también desvela que en la recta final del año -a las puertas de la segunda ola del coronavirus- los préstamos a los hogares de la eurozona se mantuvieron sin cambios con una tasa de crecimiento del 3,1% interanual en octubre. Por contra, los préstamos a las empresas han crecido un 6,8% en su misma comparativa, acaparando la mayor parte del crédito que conceden las Instituciones Financieras Monetarias (IFM).

«La evolución divergente de los préstamos a empresas y a hogares obedece a la naturaleza específica de la crisis del Covid-19, que ha provocado un desplome de los flujos de efectivo de las primeras y las ha obligado a incrementar su dependencia de la financiación externa», explica el BCE.

Respecto a la tasa de avance del crédito de los hogares españoles por parte de las Instituciones Financieras Monetarias (que engloban al BCE, bancos centrales nacionales y establecimientos financieros de crédito, entre otros) es inferior a la de nuestros socios de Alemania, Francia o Italia, y está por debajo de la media de la eurozona, que tiene una tasa de crecimiento anual en el entorno del 6%, frente al 4,9% de España. No obstante, la tasa de crédito de los hogares españoles ha aumentado en los últimos meses de 2020.

Las pymes reconocen que el acceso a la financiación pública mejoró en la segunda parte de 2020, aunque pronostican que el grifo se cerrará en los próximos meses

Lo que está claro ese que los hogares están cada vez más preocupados por su situación financiera. De hecho, la institución dirigida por Christine Lagarde confirma en su último boletín que la intención de realizar grandes compras está en el nivel más bajo desde la crisis de deuda soberana. El organismo espera que la tasa de ahorro vuelva a crecer en el cuarto trimestre animado por la cautela de los consumidores y al endurecimiento de las medidas de confinamiento.

En cuanto a las pequeñas y medianas empresas, estas reconocen que el acceso a la financiación pública mejoró en la segunda parte de 2020, aunque pronostican que el grifo se cerrará en los próximos meses, lo hará, en mayor medida, en lo relativo a las líneas de crédito y a los préstamos bancarios. «Las pymes, y en menor medida las grandes empresas, esperaban un empeoramiento de la disponibilidad de la mayoría de las fuentes de financiación externa», explica el documento del BCE.

El organismo espera que la tasa de ahorro vuelva a crecer en el cuarto trimestre animado por la cautela de los consumidores y al endurecimiento de las medidas de confinamiento

Con todo ello, el Banco Central explica que las medidas del Consejo de Gobierno, junto con las adoptadas por los gobiernos nacionales y las instituciones europeas, siguen siendo esenciales para apoyar las condiciones del crédito bancario y el acceso a la financiación, en especial para los más afectados por las ramificaciones de la pandemia.

Efectos perdurables en el empleo 

El boletín del BCE también aborda la situación del mercado laboral europeo.  Reconoce que se ha visto gravemente afectado por la pandemia y por las medidas que los diferentes gobiernos del Viejo Continente han puesto en marcha para frenar su avance.»El empleo y el total de horas trabajadas han experimentado la caída más acusada registrada hasta la fecha. El desempleo aumentó con más lentitud y en menor medida, reflejo de la elevada tasa de utilización de los programas de mantenimiento del empleo y del aumento de las transiciones a la inactividad», dice el boletín.

Por ello, concluye que es probable que la crisis se traduzca en mayores necesidades de reasignación del empleo, y anticipa que será más significativas cuanto más se prolongue la pandemia.

El BCE prevé un aumento de los ERTE en el cuarto trimestre por las nuevas medidas de distanciamiento

La población activa se redujo en unos cinco millones de personas en el primer semestre de 2020, lo que supone medio millón de personas más de lo que se incrementó entre mediados de 2013 y el cuarto trimestre de 2019. En cuanto a los ERTE, el BCE explica que en abril de 2020, el 15% de los empleados en Alemania estaba acogido a un ERTE o a un régimen de trabajo a jornada reducida, el 34% en Francia, el 30% en Italia y el 21% en España. El BCE dice que los niveles han caído, pero a la vez explica que todavía siguen en cotas muy elevadas, por lo que prevé un aumento de los ERTE en el cuarto trimestre por las nuevas medidas de distanciamiento.

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