El Banco Santander recortará gastos en 2024 para compensar las bajadas de tipos de interés
Se centrará en el área tecnológica sin que se planteen recortes de plantilla
El Banco Santander va a recortar aún más sus gastos en 2024 para compensar el impacto en sus márgenes y beneficios de las bajadas de tipos de interés que acometerán los bancos centrales. Además, confía en Brasil para anular el peor comportamiento esperado en Europa.
Así lo aseguró el director financiero del banco, José García Cantera, en una reciente comida con los principales bancos de inversión de la City de Londres. En ella, aseguró que el banco espera superar las previsiones de beneficios de los analistas, pero con una composición diferente: menores ingresos -a consecuencia de las bajadas de tipos de interés- compensados por menores costes y provisiones por morosidad.
La reducción de gastos no implicará en principio recortes de plantilla, sino que se aplicará en el campo tecnológico. Según García Cantera, se traducirá en que los costes se mantendrán planos en vez de crecer entre el 4% y el 5% como prevé el consenso del mercado; ese crecimiento se producirá simplemente por las subidas salariales por la inflación, por lo que hay que reducir gastos en otros capítulos para compensarlo.
Concretamente, el Banco Santander va a cambiar su estructura de gasto, de forma que las inversiones en tecnología no se decidirán en cada país, sino a nivel de grupo, lo que le permitirá evitar duplicidades. El director financiero puso como ejemplo las tarjetas de crédito: en vez de ofrecer diferentes tarjetas en cada país, la entidad desarrollará una única plataforma de tarjetas que se adaptará a cada país.
Otro elemento fundamental para compensar esa caída de ingresos son unas provisiones por morosidad menores de las esperadas, a pesar de la ralentización económica generalizada que se prevé para el próximo año en todas las geografías. Así, el director financiero del Santander espera que dichas provisiones se mantengan planas en 2024 respecto a 2023, cuando el consenso del mercado espera una fuerte subida del 12%.
En España, las compras de deuda pública se beneficiarán de esta reducción de los intereses del BCE (la cartera actual asciende a 25.000 millones) y, con unos tipos más bajos, se aminorará la presión para remunerar los depósitos.
Ahora bien, será difícil compensar el impacto de la política monetaria en los ingresos en nuestro país: el banco que preside Ana Botín calcula que una bajada de un punto porcentual en los tipos reduciría su margen de intereses en torno a 1.000 millones, ya que el 90% aproximadamente de su cartera crediticia en España es a tipo variable.
Brasil, la gran esperanza
La gran esperanza está puesta en Brasil, ya que tiene un perfil contracíclico: allí los tipos ya han empezado a bajar, por lo que el efecto en 2024 será menor y, además, incentivará un mayor volumen de crédito. Además, espera una «normalización» de la morosidad. También prevé una mayor aportación al resultado de su unidad de crédito al consumo (centrada en la financiación del automóvil) en todos los países.
La geografía que más va a sufrir el próximo año es Reino Unido, donde el impacto de las bajadas de tipos del Banco de Inglaterra sobre las cuentas del Santander será más acusado. Además, se espera que el volumen de crédito no crezca. Esto se va a traducir en una caída del margen de hasta el 9% en ese país, según García Cantera. Recientemente, Botín abrió la puerta a la compra de un banco pequeño en Reino Unido.
Por último, Estados Unidos es el país con menos visibilidad de cara al próximo año. A corto plazo, se prevé un incremento de costes que se traducirán en mayores ingresos a largo. El banco espera que, con el tiempo, su negocio norteamericano se volverá más estable y predecible, y espera una evolución positiva de las comisiones.
Por otro lado, García Cantera cree que el Santander alcanzará sin problemas su objetivo de rentabilidad del 15% este año (medida como ROTE, retorno sobre capital tangible).
Varios bancos de inversión que asistieron a la comida -como UBS, JP Morgan y Kepler- consideran que, teniendo en cuenta todos estos factores positivos y negativos, Santander es un valor «defensivo» ante el impacto que va a tener el cambio de los tipos de interés en la banca mundial y con potencial de subida en Bolsa, ya que cotiza con descuento respecto a sus comparables.