Las ayudas estatales a los bancos europeos caen a mínimos del inicio de la crisis
Las ayudas de Estado concedidas por los países de la Unión Europea a sus bancos se situaron en 2016 en su nivel más bajo desde el comienzo de la crisis financiera hace una década, según el cuadro de indicadores publicada hoy por la Comisión Europea.
«No se utilizaron ayudas para recapitalizar ningún banco por primera vez desde el inicio de la crisis financiera», señala el Ejecutivo comunitario, que ha analizado el gasto para este fin entre 2008 y 2016. Bruselas añade además que el sector bancario «depende cada vez menos de los avales estatales para obtener liquidez» puesto que es capaz de obtenerla en el mercado.
En 2016 no se utilizó ni un solo euro en ayudas de Estado para recapitalizaciones bancarias, pero se destinaron 500 millones de euros a medidas de gestión de activos deteriorados, en tanto que se concedieron 121.900 millones de euros en avales para obtener liquidez y 1.400 millones se destinaron a otras acciones para este fin.
Estas cifras son las menores desde 2008 y están lejos de las que se registraron ese año: 115.200 millones de euros en recapitalizaciones, 9.800 millones para medidas contra activos deteriorados, 400.400 millones de euros en garantías para conceder liquidez y 22.200 millones en otras medidas de liquidez.
En total, entre 2008 y 2016, los Veintiocho destinaron 653.800 millones de euros para recapitalizar y sanear su sector bancario y 1,239 billones de euros en garantizarles liquidez ante las estrecheces que encontraban en el mercado. Sin embargo, la Comisión Europea, encargada de velar por que el apoyo público no mine la competencia, llegó a autorizar a los países a utilizar el doble de estas cifras: hasta 1,4 billones de euros en recapitalizaciones y 3,6 billones en apoyo a la liquidez.
El estallido de la crisis financiera en 2007 obligó a que en los años siguientes los países de la Unión Europea salieran al rescate de sus bancos con dinero del contribuyente, lo que también forzó al Ejecutivo comunitario a adaptar sus normas de competencias al nuevo escenario.
El cuadro de indicadores publicado hoy por la Comisión Europea mide el nivel de ayudas de Estado concedidas por los países que han necesitado de autorización comunitaria, pero excluye el apoyo al sector ferroviario así como a los servicios de interés económico general.
De acuerdo con estas cifras, España fue en términos generales el tercer país que menos porcentaje de su PIB (0,25 %) destinó a ayudas estatales, solo por delante de Irlanda (0,2 %) e Italia (0,22 %), y por debajo de la media europea, que se situó en el 0,71 % del PIB.