Aviso a Cataluña: los disturbios generan la primera recesión en Hong Kong desde 2009
La intención hecha pública por algunos radicales en Cataluña de convertir las revueltas en la región española en una nueva Hong Kong ya tienen su particular referencia económica. Tras meses de revueltas en la región china, Hong Kong ha entrado en recesión por primera vez desde 2009 después de que la economía se haya contraído por segundo trimestre consecutivo. La ex colonia británica vive jornadas de revueltas desde junio.
Según ha anunciado el Gobierno de la región este jueves, mientras en el segundo trimestre se registró una caída del 0,4%, en el tercero la economía se redujo un 3,2% frente al trimestre previo. En términos interanuales, el producto interior bruto se contrajo un 2,9% en el tercer trimestre, el mayor decrecimiento de toda la década.
Para la consultora Capital Economics, el dato de la recesión es «peor de lo esperado» y la fuente pronosticó que «el PIB de Hong Kong seguramente siga contrayéndose en el último trimestre» de este año.
La jefa del Ejecutivo hongkonés, Carrie Lam, advirtió esta semana de una posible contracción para todo el año. «La principal causa fue la contracción del consumo privado, que supone más de 70% del PIB», indicó la consultora en un informe enviado a sus abonados.
Esto se debería a «la intensificación de las protestas, que han resultado en el cierre de tiendas, la interrupción del transporte público y también han ahuyentado a los turistas. La guerra comercial y una menor demanda externa también siguieron pasando factura».
Caída del turismo
Hoy se conoció además que el número de turistas que visitan Hong Kong cayó un 34,2% interanual en septiembre. Unos 3,1 millones de personas visitaron la ciudad en septiembre, de los cuales el 78% procedía de la China continental.
Sin embargo, en los primeros nueve meses de este año, las llegadas de turistas a Hong Kong crecieron un 0,2 % hasta los 46,76 millones con respecto al mismo período del año pasado.
La excolonia británica vive desde el pasado mes de junio sumida en la mayor crisis de la década por una oleada de protestas que, en numerosas ocasiones, han acabado en graves incidentes violentos entre policía y manifestantes radicales.
Aunque las protestas comenzaron como rechazo a un polémico proyecto de ley de extradición, ya retirado por parte del Ejecutivo hongkonés, han evolucionado hacia una serie de peticiones para mejorar los mecanismos democráticos de la ciudad y oponerse al autoritarismo de Pekín.