Autónomos encerrados en Cataluña: «Son los más perjudicados por los disparates de la Generalitat»
Cataluña está siendo testigo de cómo las empresas más grandes desfilan para marcharse a otra regiones. El éxodo empresarial, del que no se escapan las pequeñas y medianas empresas, por la inseguridad jurídica está arrastrando a otros colectivos. Concretamente, a los autónomos. “Son el eslabón más débil de la cadena productiva. Son los más perjudicados y los que notan con más crudeza los disparates de la Generalitat, tienen muchas dificultades para marcharse”, explica a OKDIARIO Lorenzo Amor, presidente de la Federación de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA).
El presidente de ATA subraya que las consultas se han intensificado por la incertidumbre jurídica y la inseguridad. “Han aumentado las consultas de los autónomos societarios, aquellos que tienen más fácil cambiar de domicilio social. Los autónomos que cotizan como personas físicas dependen de su D.N.I. y por tanto, tienen muy complicado cambiar su sociedad. Sin embargo, los autónomos societarios, que son a veces sociedades familiares, pueden cambiar tanto el domicilio fiscal como el domicilio social”, apunta.
También desde la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (UATAE) apuntan que han notado un crecimiento de las consultas y dudas por esta cuestión. “Nos requieren orientación más que soluciones concretas, aún la preocupación parte de la incertidumbre más que de miedos identificados”, sostienen.
Complicaciones para cambiar de domicilio social
Sin embargo, si se plantean la mudanza, lo tienen mucho más complicado que las grandes empresas. “Tienen muchas dificultades para salir de Cataluña. Es muy complicado deslocalizarse y marcharse como una compañía, ya que realizan su actividad local y en comercios de proximidad. Es decir, una panadería de un barrio de Reus tiene mucho más complicado irse que un banco porque solo tiene un local abierto, mientras que Caixabank o Sabadell tienen sedes en otras regiones”, mantiene Amor.
“Los autónomos digitales, que cada vez son más, sí tienen mayores facilidades”, indica María José Landaburu, presidenta de UATAE.
No solo están atrapados en la comunidad, sino que también se están viendo arrastrados por la fuga de empresas de Cataluña. El cambio de sede social, en ocasiones, afecta también al colectivo: “detrás de la marcha de una empresa, se encuentran servicios que cubren los autónomos. Por ejemplo, a veces los directores de comunicación son autónomos y tienen que ejercer donde esté la sede social”, señala el presidente de ATA. “La cosa se complica todavía más si hablamos de los centros de producción porque afecta a las infraestructuras, el transporte, etc.”
Paralización del consumo
El pulso entre el Gobierno central y el Govern parece que no ha llegado a su fin y esto amenaza con una caída en el consumo. Desde UATAE afirman que existe una “considerable preocupación en los autónomos catalanes debido a la inestabilidad económica que puede producirse en adelante y la posibilidad de entrar en una nueva crisis que afecte al consumo”.
La presidenta de la Confederación de Trabajadores Autónomos de Cataluña (CTAC), Sandra Zapatero, argumenta que la inquietud en el organismo “por los trabajadores y trabajadoras autónomos a los que represento viene dada por el posible impacto en la economía”. Aunque Zapatero apunta que “ningún conflicto político puede significar una disminución del tejido productivo”.
La caída del consumo se traduce en ejemplos como: “la disminución de visitas, la caída de reservas hoteleras, la huida de empresas y la incertidumbre en la población, que afectará al consumo. Y si afecta al consumo, afecta a los autónomos, que necesitan certidumbre, tranquilidad y turismo para poder desarrollar su actividad profesional”, añade Amor.
Algo que, tal y como advierten desde ATA y UATAE, puede tener su efecto contagio en la economía catalana y española.
El procés pone en peligro su situación jurídica
Si finalmente Carles Puigdemont consuma la declaración unilateral de independencia -la proclamó el pasado 10 de octubre para dejarla en suspenso y este lunes ha respondido de forma ambigua al requerimiento- la inseguridad jurídica será aún mayor. “En el caso de que se declare la independencia puede surgir la situación de que dos Estados (uno de Derecho, el otro autoproclamado sin reconocimiento internacional) te exijan responsabilidades como trabajador autónomos. Por ello habría dudas de a quién atender en materia de responsabilidades administrativas y fiscales”, sostiene Landaburu.
El colectivo sería uno de los más desprotegidos en esta situación, al igual que las pymes. “Las pymes y autónomos encontrarán mayor indefensión porque no tienen la fuerza individual para tener decisión propia y acción de maniobra ante tal conflicto si se diera, estarían presos entre la irresponsabilidad de dos partes que no han sabido dar una solución”, concluye la presidenta de UATAE.
Esta situación afecta a los 548.891 afiliados al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) según datos de la Seguridad Social de septiembre de 2017. «El 71% están en Barcelona», apunta Landaburu. «Habrá bajas, pero aún no se han notado en los datos de septiembre. Podremos verlo en octubre y noviembre: habrá menos autónomos, menos empresas y una desaceleración de empleo en Cataluña», añade el presidente de ATA.