Crisis internacional

El alza del petróleo podría restar hasta cinco décimas al crecimiento de España

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Barriles de petróleo.
  • Calixto Rivero y Natalia Mateos Margariño

Nueva incertidumbre sobre la economía nacional: el petróleo. El viernes 13 de septiembre el precio del barril de Brent, el de referencia en Europa, cotizaba en algún momento de la sesión por debajo de los 60 dólares el barril pero, tras los ataques del fin de semana a varias infraestructuras petroleras de Arabia Saudi, el lunes llegó a estar cerca de los 70 dólares, una subida de casi 10 dólares en una sola jornada que ha activado todas las alarmas.

El precio del petróleo ha registrado en la jornada del martes retrocesos del 5% con respecto a las cifras registradas el lunes, aunque la volatilidad en los mercados continúa tras el ataque con drones a varias infraestructuras petroleras de Arabia Saudí.

Lo que está claro es que una subida sostenida en el tiempo del precio del petróleo asestaría un duro varapalo a la economía nacional, que se sumaría a otros riesgos potenciales como el auge proteccionismo o el Brexit. A esto habría que añadir, por supuesto, el impacto en el crecimiento de la ausencia de reformas estructurales a nivel interno y de la incertidumbre política.

En el último Programa de Estabilidad que el Gobierno envío a Bruselas en abril el Ministerio de Economía señalaba que “el precio del petróleo influye en los agregados macroeconómicos al incidir sobre el coste de la energía”. “España, como país netamente importador se vería afectado por un shock sobre los precios del petróleo por dos vías, los costes de producción y el saldo de la balanza corriente”, remarcaba la comunicación del Ejecutivo a Bruselas.

En aquel documento el Gobierno realizaba un “análisis de sensibilidad sobre cómo se verían afectados los principales agregados macroeconómicos ante un aumento del precio del petróleo que llevara a los precios a aproximarse a la tendencia alcista que siguieron desde mediados de 2017 hasta casi finales de 2018”. Un escenario que ahora cobra actualidad.

El escenario actual sobre el que se basan las perspectivas macroeconómicas oficiales actuales parte de la base de que el coste del barril de Brent pasará de los 68,9 dólares en 2019 a 67,6 en 2020 y a 65 dólares en 2021 y 2022. El escenario de sensibilidad que elaboró el Ministerio de Economía contemplaba que los precios pasarían a ser superiores, en promedio, en diez dólares (78,90 dólares en 2019, 77,60 en 2020 y 75 dólares/barril a partir de 2020). Es factible si se tiene en cuenta el diagnóstico de los analistas e incluso podría superarse en el caso de que la crisis iniciada en Arabia Saudí se agravara.

En este caso, según las cifras del propio departamento que dirige en funciones Nadia Calviño, “el PIB podría reducirse alrededor del 0,5% respecto a su nivel del escenario base al final del periodo de proyección”. “Las variables fiscales también se verían afectadas por este escenario más adverso, aunque en menor medida que en el shock de tipos de interés y en un grado ligeramente superior al shock de menor demanda exterior. Al final del periodo de previsión, el déficit y la deuda públicos serían superiores a los del escenario base en 0,2 y 0,7 puntos porcentuales del PIB, respectivamente”, señala el Programa de Estabilidad del Ejecutivo.

Solo en 2019 la subida del precio del barril de Brent podría restar una décima al crecimiento en el escenario más adverso contemplado por el Ejecutivo y tres décimas en 2020, haciendo imposible la mejora de las previsiones que barajaba el Ejecutivo.

Las previsiones de los analistas

El escenario más adverso que contempla el Gobierno no es descabellado si se cumple el diagnóstico de los analistas. Ismael de la Cruz, analista de Investing.com, cree que “si hablamos del corto plazo, podría superar los 75 dólares si la interrupción en Abqaiq dura más de seis semanas, una subida del 5% no sería de extrañar”.

“Si hablamos de un horizonte temporal más amplio la subida podría situarse en el 12-15%, siendo el peor escenario un 20% si el impacto es prolongado, aunque va a depender de lo que Aramco diga sobre cómo de rápido podrá restaurar la producción (decir que todo este tema dificulta su salida a bolsa prevista inicialmente para finales de año)”, remarca. A su juicio, “arreglar las instalaciones afectadas puede llevar incluso semanas, lo que elevaría los precios del petróleo”.

No obstante, este experto cree que “aunque en Wall Street se está hablando incluso de ver los 90-100 dólares, me parece un tanto exagerado y me costaría ver el precio del Brent más allá de los 75-85 dólares”.

Por otro lado, Aitor Méndez, analista de IG Markets, opina que “tras la sacudida inicial y toda la volatilidad vista en la sesión de ayer y la que estamos viendo hoy, es de esperar que el precio trate de buscar cierta estabilidad sobre la que retomar la normalidad”. “Una vez asimilada la noticia por completo, el rumbo de la materia prima dependerá de las noticias geopolíticas”, dice.

Méndez habla de dos escenarios posibles: “Si Estados Unidos e Irán rebajan las amenazas y no prosiguen con la escalada de las hostilidades, es probable que el precio se ajuste a la baja a medida que Aramco vaya recuperando sus niveles de producción. Si por el contrario la tensión sigue en aumento y se incrementan las posibilidades de una intervención militar, la lógica nos dice que el crudo retomará las subidas”.

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