El alquiler come terreno a la compra de vivienda por el covid-19: acapara el 50% de la actividad inmobiliaria
Antes de la pandemia del coronavirus, el alquiler suponía entre un 10% y un 20% de la facturación de las inmobiliarias que forman parte de FAI (Federación de Asociaciones Inmobiliarias), pero ahora ese porcentaje se ha disparado hasta un 50% de media a partir de mayo, en detrimento de la compra. ¿La explicación? El alquiler es un mercado de primera necesidad que se mueve en cortos plazos. Por lo general, un usuario puede esperar para comprar un inmueble, pero no para alquilar.
Las decisiones de compraventa se han congelado debido a la incertidumbre económica -con una caída del PIB cercana al 20% en el segundo trimestre, según el Banco de España- y a la pérdida de confianza de los consumidores. El último dato que confirma el descalabro que está sufrido el mercado residencial lo ha aportado este mismo lunes el INE: la compraventa de viviendas se ha hundido un 53,7% interanual en mayo, hasta sumar 22.394 operaciones. Es el resultado más bajo desde que se inició esta serie en 2007 -coincidiendo con la crisis financiera-, y también es la cifra más baja en cualquier mes desde noviembre de 2013.
«Muchos jóvenes que tenían pensado comprar una vivienda este año han cambiado de opinión debido a la crisis del coronavirus. Ahora prefieren alquilar antes que comprar, ya que se sienten y están menos seguros laboralmente», explica Eduardo Molet, experto inmobiliario a este periódico.
En cuanto a los precios del alquiler, los especialistas inmobiliarios consultados por OKDIARIO creen que la evolución será desigual y dependerá de las ciudades, las zonas y el tipo de vivienda. Los expertos insisten en marcar las diferencias entre la crisis financiera de 2008 y la que estamos atravesando ahora: el origen y la situación de partida del mercado es totalmente diferente.
En este contexto, la Federación de Asociaciones Inmobiliarias (FAI) ha pedido al Gobierno que cree un pan estatal para reajustar la oferta y la demanda y para proteger el mercado del alquiler. Las recetas de la Federación pasan por una bonificación fiscal para arrendadores de vivienda habitual, tanto en el IBI (del 50%) como en el IRPF (hasta el 100%), siempre que la renta mensual esté dentro de los parámetros de un índice de precios por metros cuadrados que debería publicarse en todos los municipios de al menos 5.000 habitantes.
También sugiere incentivos para la incorporación de nueva oferta, la bonificación del 10% en el impuesto autonómico de transmisiones patrimoniales para compras de viviendas destinadas al alquiler y que se cree una línea de ayuda mediante créditos ICO para rehabilitar las viviendas destinadas al alquiler de vivienda habitual por un periodo mínimo de 5 años.
Potenciar la compra de vivienda
La Agencia Negociadora del Alquiler (ANA) también ha elaborado una batería de propuestas para «ayudar» al mercado del alquiler y rebajar los precios en las zonas más tensionadas. La ANA cree que no es necesario construir vivienda nueva destinada al alquiler, sino que la solución pasa por potenciar la compra a través de incentivos fiscales.
Entre otras cosas, pide recuperar las deducciones fiscales para la compra de una vivienda nueva y usada, y que las entradas iniciales para la compra de vivienda no superen el 5% de su valor y que el otro 15% o 20% pudiera estar avalado por créditos ICO. Para la Agencia Negociadora, es necesario que se eleven las bonificaciones fiscales a las empresas que pueden crear oferta, como son las socimis y los grandes fondos tenedores como estímulo para aumentar, de forma razonable, la oferta de viviendas destinadas a los arrendamientos.
Más allá de la fiscalidad, la Agencia Negociadora también ha solicitado al Gobierno que dote de una mayor seguridad jurídica a los propietarios de viviendas en alquiler. El objetivo es que confíen más en la rapidez de la Administración de Justicia si tienen que recuperar sus viviendas en caso de conflictos e impagos.