La compañía entrará en su accionariado

La alemana Henkell apremia a Freixenet para que traslade su sede fuera de Cataluña

Freixenet
Una botella de Freixenet. (Fuente: Freixenet)

Los dueños de Freixenet se reunirán este martes para estudiar el cambio de sede social. Fuentes oficiales de la compañía aseguran que el traslado será a Madrid fundamentalmente por “el soporte logístico” y por la opinión de la mayoría de miembros del Consejo. La mudanza está decidida y mañana tendrán que votar para decidir su futura ubicación.

Abandonar Cataluña es la condición sine qua non para que el grupo alemán Henkell ultime la compra de Freixenet. La compañía vitivinícola, filial del gigante alimentario Dr.Oetker, ha puesto sobre la mesa como requisito concluir la operación que Freixenet no permanezca en un “entorno político inestable” y que forme parte de la Unión Europea, indican las mismas fuentes consultadas.

En un primer momento, se había barajado la posibilidad de cambiar el domicilio social a Valencia o Zaragoza, pero finalmente la capital ha cogido fuerza frente a las otras dos alternativas.

La operación de compra ya está apalabrada, según las mismas fuentes. Los Hevia Ferrer (propietarios del 29% de la compañía) y los Bonet Ferrer (que cuentan con el 29% de la propiedad) han intensificado las conversaciones con Henkell para vender el 58% del capital a la compañía alemana, tras un año y medio de constantes ofertas y contraofertas. Todavía hay un baile de cifras, pero el coste del negocio podría superar los 500 millones. Por otra parte, el 42% restante está en manos de la tercera rama de la familia, los Ferrer Noguer.

Bonet: “Veo difícil” que el Consejo no adopte el cambio de sede social

El presidente de Freixenet, Jose Luis Bonet, afirmaba el viernes pasado que ve «difícil» que el Consejo de Administración de la compañía, que se celebra este martes, no adopte la decisión de cambiar la sede social de la compañía de Sant Sadurní d’Anoia (Barcelona) a Madrid.

No solo dejaba la puerta abierta a esta decisión casi formalizada, sino que además mantenía que no cree que las empresas que se han ido fuera de Cataluña regresen a la comunidad. «Va a ser difícil que muchas empresas vuelvan, algunas sí volverán, con el tiempo y si las cosas se normalizan», ha asegurado. En esta línea, justificaba la salida de las empresas no tienen «más remedio» que tomar esa decisión, debido a la inseguridad jurídica y a la inestabilidad que tienen y que pueden seguir teniendo.

Un total de 1.821 compañías han tramitado ante el Registro Mercantil el traslado de su sede social, según datos del Colegio de Registradores.

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