Albrizio, execonomista del BdE, recomienda en el FMI acuerdos extrajudiciales ante una ola de quiebras
La execonomista del Banco de España Silvia Albrizio recomienda ahora como economista del Fondo Monetario Internacional mejorar los sistemas de insolvencia en economías con fuerte peso del sector servicios.
Albrizio, que fue economista senior del Banco de España entre los años 2016 y 2021, aboga por acuerdos extrajudiciales en el Fondo Monetario Internacional para evitar una ola de quiebras.
En un artículo publicado por el organismo, la economista italiana advierte de que el «reciente aumento del endeudamiento de los hogares y las empresas plantea riesgos para el ritmo de la recuperación» y propone mejorar «los mecanismos de reestructuración e insolvencia para promover una reasignación rápida del capital y la mano de obra hacia empresas productivas».
Albrizio apunta como mecanismo «una reestructuración extrajudicial específica, por ejemplo». La economista señala que el impacto de la pandemia en las empresas no ha sido uniforme, y que aquellas más vulnerables, «concentradas en servicios de atención al público» se endeudaron más para «sobrevivir a la caída de los ingresos causada por la pandemia».
Aunque la economista del FMI no se refiere a economías en particular, la española entraría de lleno entre las que consideraría más afectadas, al tener el sector servicios y el turismo un peso tan elevado.
En su artículo, publicado con otros economistas del organismo, indica que el «lastre postpandémico sobre el crecimiento» será mayor en países en los que el endeudamiento está más concentrado en los hogares más presionados y en las empresas más vulnerables»; en los que «el margen fiscal es limitado»; «el régimen de insolvencia es ineficiente»; y la política monetaria «debe endurecerse».
El FMI rebajó la pasada semana las previsiones económicas para España ante la invasión de Ucrania y su impacto en la economía mundial, y calcula que será del 4,8% para este año (un punto menos que en su anterior previsión) y del 3,3% en 2023 (medio punto menos).
En su informe, Silvia Albrizio recuerda que los Gobiernos consiguieron «aliviar el dolor ecónomico de la pandemia proporcionando abundante liquidez a los consumidores y empresas afectadas, a través de garantías crediticias, préstamos favorables y moratorias en el pago de intereses».
Pero advierte que, aunque esas políticas han sido efectivas para respaldar los balances «también han provocado un aumento en la deuda privada, extendiendo el apalancamiento (…)». El informe de Albrizio hace referencia al informe publicado también por el FMI recientemente titulado ‘La deuda del sector privado y la recuperación mundial’, en el que se apunta que allí «donde una ola de quiebras en sectores golpeados por la pandemia pudiera extenderse al resto de la economía», deberían proporcionarse incentivos para la reestruturación.
El panorama descrito por Albrizio les sonará cercano a la multitud de pequeñas empresas españolas que durante 2020 no tuvieron más remedio que endeudarse, a través de préstamos ICO u otros mecanismos, para mantener la caída de la actividad.
El contexto normativo concursal español en el que deberían tener cabida medidas favorables para mantener la actividad empresarial no es el mejor. Tras múltiples cambios regulatorios que han hecho incomprensible la Ley Concursal española, el actual proyecto de ley debe trasponer la Directiva europea.
Sin embargo, los profesionales de la administración concursal, han advertido que la trasposición en la que trabaja el Gobierno no contempla la exoneración de la deuda pública contraída por las compañías.
Esto supone que en un proceso concursal una empresa puede llegar a acuerdos con sus acreedores para reducir la deuda debida, pero no con Hacienda, que requiere el pago completo de la deuda asumida con el fisco.
«El lastre para el crecimiento futuro será mayor en los países que experimentaron un mayor endeudamiento entre los hogares con bajos ingresos y empresas vulnerables durante la pandemia», dice Albrizio en su reciente informe.
Silvia Albrizio (1981, Italia) trabajó con anterioridad como economista en otros organismos como la OCDE. En la actualidad, desempeña su labor en la División de Estudios Económicos Mundiales del Departamento de Estudios del FMI.