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La AIReF critica a Sánchez por no contener el gasto y alerta del aumento de los intereses de la deuda

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Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha elevado este miércoles su previsión de déficit público hasta el 4,2%, por encima del objetivo pactado por el Gobierno con Bruselas. Aunque un factor relevante es la prolongación de las medidas para combatir la inflación, el principal es el empecinamiento de Pedro Sánchez en no reducir el gasto público. Y además, alerta de un nuevo factor de gasto muy preocupante: el aumento de los intereses de la deuda.

Así, el organismo que preside Cristina Herrero señala que «los últimos datos de ejecución presupuestaria conducen a un incremento de la previsión del gasto en intereses, los consumos intermedios y la inversión».

Esto se suma a las medidas contra la inflación: «reducción de la imposición sobre la energía, reducción del IVA a determinados alimentos, incremento de gastos de la bonificación al carburante al sector del transporte y otra serie de medidas de carácter sectorial y de ayuda a particulares». Pero este impacto será menor este año porque la propia AIReF ha rebajado dos décimas su previsión de IPC hasta el 4%, porque «los productos energéticos presentan tasas de variación negativas», si bien cree que persistirán las presiones sobre el precio de los alimentos.

Además, la subida de su pronóstico de déficit se produce a pesar de que «la evolución de los ingresos ha sido más positiva de lo esperado» en los principales impuestos. A lo que hay que sumar el impacto de los fondos europeos. «Los cambios en el escenario macroeconómico reducen el déficit en 2 décimas por la mejora de la recaudación y el efecto denominador por un mayor nivel de PIB en términos nominales para 2023», añade. Esto último significa que la inflación elevará artificialmente el PIB, lo que hace que el déficit sea más bajo en porcentaje al dividirlo por un PIB más alto.

Por tanto, en un escenario de menor inflación y mayor recaudación por impuestos, el déficit subirá porque el gasto público sigue descontrolado y Sánchez sigue empeñado en no reducirlo. Y a eso hay que sumar un factor que hasta ahora no era demasiado relevante: los intereses de la deuda. Pero con las subidas de tipos de interés y el fin de las compras de deuda del BCE, el mercado va a exigir un precio más alto por financiar el agujero de las cuentas públicas, lo que a su vez supone más gasto, más déficit y más deuda (efecto ‘bola de nieve’).

«Situación vulnerable»

De hecho, aunque rebaja su previsión de deuda sobre PIB -por el mismo efecto explicado para el déficit- al 110,6%, alerta de que el endeudamiento de la administración va a volver a empeorar: «Más allá de cierta corrección del fuerte incremento registrado en la ratio de deuda en el primer año de la pandemia, la AIReF proyecta una evolución desfavorable tras un periodo inicial de cierta estabilización».

Su conclusión es contundente: «El previsible aumento del gasto en pensiones, gasto sanitario y en cuidados de larga duración como consecuencia del envejecimiento de la población, unido al nuevo ciclo monetario –con un rápido e intenso endurecimiento de las condiciones de financiación– y al elevado nivel de deuda existente, sitúa la sostenibilidad de las finanzas públicas en una situación vulnerable».

Por todo ello, pide al Gobierno que «articule de manera efectiva una estrategia fiscal de medio plazo en línea con los principios de la reforma del marco fiscal europeo», y le recuerda que «la Comisión Europea ha subrayado que la cláusula de escape se desactivará a final de 2023 y ha indicado a los Estados miembros que presenten una senda que asegure situar la deuda en una trayectoria descendente».

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