Adiós al IMV de siempre: la Seguridad Social confirma el cambio que nadie esperaba y así te va a afectar
Aquellas personas que agoten el paro podrán cobrar automáticamente el IMV
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El Ingreso Mínimo Vital (IMV) llegó hace unos años para quedarse y para muchas personas, se ha convertido en una red de ayuda que evita que la economía familiar se rompa del todo cuando los ingresos no son muy elevados. Se trata de una prestación estructural pensada para sostener a quienes viven en situaciones de pobreza severa y no pueden cubrir lo básico. Por eso, cualquier modificación que se haga genera atención por parte de quiénes ya cobran el IMV, o quienes se plantean pedirlo.
El Gobierno actualiza esta ayuda con cierta frecuencia, pero el último movimiento ha sorprendido a muchos. No cambia la cuantía ni los requisitos de fondo, pero sí la forma de acceder, especialmente para quienes están en el paro. De este modo, el proceso se simplifica: menos papeles, menos trámites y, sobre todo, menos semanas de vacío económico cuando se agota la prestación contributiva. Este cambio llega en un contexto en el que el IMV ha ido aumentando su alcance. La prestación llega ya a 773.272 hogares y supera los 2,3 millones de beneficiarios, según los datos más recientes del INSS. En el último año, el número de hogares con esta ayuda ha crecido más del 19% y el de personas beneficiarias más del 20%.
Acceso automático al IMV al agotar el paro
Hasta ahora, cuando una persona agotaba el paro, el proceso se repetía: pedir cita, reunir documentos, presentar la solicitud del IMV y esperar la resolución. Era un camino lento, burocrático, y que en muchos casos dejaba a los hogares sin ingresos durante semanas. Pero a partir de ahora, quien termine su prestación por desempleo y cumpla los requisitos podrá pasar directamente al IMV, sin tener que solicitar nada. El INSS estudiará el caso de forma automática con los datos que envíe el SEPE. En términos prácticos: se elimina el vacío entre un ingreso y otro. No habrá ese paréntesis tan incómodo en el que el ciudadano se queda esperando sin saber cuándo cobrará.
¿Qué cambia exactamente y qué se mantiene igual?
La esencia del IMV no varía, pero sí el procedimiento para una parte importante de sus potenciales beneficiarios. El proceso, tal y como lo detalla el Ministerio, funcionará así:
- El SEPE avisará a la persona beneficiaria en el trimestre previo al final de su subsidio.
- El ciudadano tendrá que dar su consentimiento para que se compartan sus datos con la Seguridad Social y, si convive con más personas, confirmar que cuenta con su autorización.
- Cuando el subsidio se agote, el SEPE enviará su información al INSS en un máximo de diez días.
- El INSS decidirá. Si la persona cumple los requisitos, el IMV se reconocerá automáticamente, sin necesidad de presentar ninguna solicitud.
- El derecho se computará desde el día en que se agotó el paro, y el pago se activará al mes siguiente. No habrá huecos entre un ingreso y otro. Este mecanismo también será válido en el País Vasco y Navarra, donde los organismos forales gestionan la prestación.
Requisitos que siguen siendo imprescindibles
Aunque para muchos, el paso a recibir el IMV será automático, no podemos olvidarnos de los requisitos que ya se exigían y que son los siguientes:
- Residencia en España. Un año previo de residencia legal y continuada, salvo excepciones muy concretas: menores incorporados al hogar, víctimas de trata o explotación sexual y mujeres víctimas de violencia de género.
- Situación de vulnerabilidad económica. Se analizan los ingresos del año anterior de toda la unidad de convivencia. El requisito se cumple cuando la renta mensual media queda por debajo de la cuantía garantizada del IMV para ese hogar. También computan pensiones, ayudas y prestaciones de cualquier tipo.
¿A quién beneficia realmente este cambio?
Aunque la norma puede parecer técnica, afecta sobre todo a:
- Personas en paro que no consiguen trabajo antes de agotar su prestación.
- Familias que vivían un vacío económico entre el fin del subsidio y la aprobación del IMV.
- Hogares con dificultades para gestionar trámites digitales o citas presenciales.
El cambio no sube el IMV, no amplía requisitos ni crea nuevas modalidades, pero sí elimina un obstáculo que hasta ahora frenaba el acceso de quienes más necesitaban la prestación.
Un IMV renovado en un contexto cada vez más frágil
El cambio incorporado al IMV llega en un momento en el que la prestación concentra cada vez más solicitudes y en el que muchos hogares dependen de ella como último recurso. La Seguridad Social lo plantea como una simplificación administrativa, mientras que distintos colectivos valoran que, al menos, evita duplicar trámites en situaciones ya de por sí complicadas.
Más allá de esas interpretaciones, la modificación supone un ajuste en el procedimiento: elimina el trámite adicional entre el fin del subsidio por desempleo y la entrada en el IMV, un punto que hasta ahora generaba esperas y cierta incertidumbre. El impacto real dependerá de cómo se implemente y de si la coordinación entre el SEPE y el INSS consigue evitar retrasos en un sistema donde cada día sin ingresos tiene consecuencias.