La España rural sufre las mismas dificultades para ir al banco que para ir a la farmacia o al bar
La posibilidad de acudir al banco en España es semejante a la del resto de países de su entorno económico. La situación se complica en las zonas escasamente pobladas del mundo rural, sobre todo en el interior, con Castilla y León, Castilla-La Mancha y Aragón, a la cabeza a causa de la dispersión de su población. Pero las complejidades para la España rural llegan hasta tal punto que la facilidad de llegar al banco no dista mucho de la de ir a una farmacia, a un bar o a comercios.
El 49% de los municipios rurales no contaba con ningún medio físico de acceso a los servicios bancarios, ya sea oficina u otro medio alternativo desplegados por las entidades, a cierre de 2021. En el caso de otros servicios puramente privados como bares y comercios las cifras son similares, con un 42% y un 47%, respectivamente. Así lo refleja el estudio La accesibilidad presencial a los servicios bancarios en España realizado por el Banco de España.
Respecto a las farmacias, un servicio de interés público que precisa de establecimientos regulados, el 36% de la España rural no disponía de oficina o botiquín. La carencia se salva, recoge el estudio, con los centros sanitarios que también ofrecen servicios de farmacia para estas localidades. De este modo, el 5% de la España rural no tenía a final de 2021 un punto de acceso a servicio sanitarios de atención primaria, ya sean centros de salud o, simplemente, consultorios médicos.
Los ciudadanos de estas poblaciones tienen realmente difícil acudir a clínicas dentales y ópticas. Los datos ofrecidos por el Banco de España reflejan que las condiciones de acceso eran infinitamente menores a la de los bancos, además de tener que recorrer mayores distancias hasta estos establecimientos. Las oficinas de Correos son un servicio público, pero el 65% de las localidades rurales no cuenta con dicha posibilidad. Para compensarlo, existen carteros rurales que se desplazan a los municipios donde no hay oficina.
La distancia recorrida hasta llegar al servicio deseado es relevante en una España rural donde crece la población más envejecida y, por ende, se complica su desplazamiento. El Banco de España asegura que las condiciones son similares en todos los servicios, «atendiendo al número de personas que tiene que realizar más de 5 kilómetros para llegar al servicio más cercano».
Las diferencias, tanto en puntos de acceso como en distancia recorrida, para la España rural se amplían dependiendo de la comunidad autónoma. “Castilla y León y Cantabria destacan, en términos generales, como las regiones con un mayor diferencial entre la accesibilidad presencial a los servicios bancarios y la relativa a otros servicios”, señalan desde el Banco de España.
De este modo, la brecha entre la población rural residente entre municipios sin servicios bancarios presenciales y el porcentaje de población en localidades sin bares o comercios se sitúa en 17,5 puntos porcentuales en Castilla y León y en 14,3 puntos porcentuales en Cantabria, frente a los 5,3 puntos porcentuales de media para toda España. La conclusión del Banco de España para las farmacias es prácticamente la misma, señalando a ambas comunidades autónomas como las grandes damnificadas del país.