Ábalos, el ministro con casi 9.000 millones de euros de gasto para asumir los retos de Fomento
José Luis Ábalos toma el testigo de Íñigo de la Serna al frente del Ministerio de Fomento. El número dos del PSOE y nuevo titular de esta cartera deberá tomar decisiones de calado y para ello, contará con un amplio margen en las cuentas públicas si se aprueban los Presupuestos Generales del Estado (PGE): casi 9.000 millones de euros.
La inversión de Fomento prevista en los PGE de 2018, aprobados por el Ejecutivo de Mariano Rajoy y que a priori mantendrán los socialistas, asciende hasta los 8.908 millones de euros. Las cuentas públicas contemplan un incremento del 17% del presupuesto para la conservación de infraestructuras y obras públicas, transporte y vivienda.
Si finalmente el PSOE consigue mantener los Presupuesto elaborados por el Gobierno de Rajoy, habrá un claro protagonista en el gasto de Fomento: de la suma total, el 48,3% va a parar al ferrocarril, lo que se traduce en más de 4.300 millones de euros -un 25,6% más que el año pasado). De la Serna ya apuntó que la red convencional recibirá la mayor «atención» de la historia reciente, con una inversión de 848 millones, el 63,1 % más.
Carreteras, aeropuertos y vivienda
El segundo puesto es para las carreteras, que se llevan el 27,4% con más de 2.437 millones de euros -el 12,2 % más de lo presupuestado en 2017-destinados a la construcción y conservación de las mismas y excluyendo el Plan Extraordinario de Carreteras (PIC).
Los puertos dispondrán de 899,8 millones, el 0,6% más de lo presupuestado el año pasado, y el 17,8% % de la inversión se destinará a accesos terrestres.
En 2018, la dotación del Plan de Vivienda 2018-2021 ascenderá a 350 millones (21,7 millones más) y, adicionalmente, se destinarán a subsidiación de préstamos 74,6 millones.
Plan Extraordinario de Inversión en Carreteras
Además de los PGE, el eje inversor de Fomento se concentra en el Plan Extraordinario de Inversión en Carreteras (PIC), que presentó Mariano Rajoy junto con De la Serna. Ahora, Ábalos tendrá que decidir si continúa con este nuevo mecanismo de financiación de infraestructuras, con el que se esperan movilizar 5.000 millones de euros de inversión mediante la colaboración público-privada.
De hecho, será uno de los primeros retos del ministro ya que, los dos primeros contratos estaban anunciados para este mes de junio. Ambos proyectos son los primeros de concesión, es decir, que se abordarán con capital privado.
Aena: inversión en aeropuertos
En los aeropuertos españoles se invertirán 752,1 millones, el 22,2 % más, con inversiones de 644,9 millones por parte de Aena y de 85,5 millones por parte de Enaire, según contemplan los PGE.
El cambio de Gobierno también deja en el aire el Plan Estratégico de Aena para el periodo 2018-2021, que se basa en tres pilares: el desarrollo inmobiliario, la expansión internacional del grupo, la revisión de su actividad comercial y la explotación de su negocio inmobiliario.
Ábalos también tendrá que revisar el plan urbanístico de Aena en España donde la compañía, que correrá con el gasto, pretende comercializar un total de 450 hectáreas en los terrenos que rodean los aeropuertos de Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat.
El nuevo rostro en la cartera de Fomento también puede suponer un relevo al frente de la dirección de Aena, que recientemente asumió Jaime García Legaz. Algo que puede extenderse al resto de empresas públicas dependientes de Fomento, como la presidencia de Adif, que ocupa Juan Bravo, la de Renfe (Juan Alfaro) y la de Puertos del Estado (José Llorca).
Autopistas quebradas
El futuro de las autopistas quebradas de peaje quebradas es otro de los retos inmediatos para Ábalos. Ocho de las nueve autopistas ya han revertido al Estado y sólo queda pendiente la AP-41, que está en concurso de acreedores pero aún no ha entrado en la fase de liquidación.
Fomento pretendía relicitar las autopistas en quiebra este mismo año para rebajar el impacto en el déficit de la factura.
Macro plan de inversión en Renfe
En materia ferroviaria, el nuevo ministro asume la cartera cuando Renfe estaba a punto de anunciar un macro plan de inversión en nuevos trenes con el fin de prepararse para la apertura a la competencia del transporte de viajeros en tren en la UE a finales de 2020.
La adquisición de más de 400 trenes supondrá un desembolso de más de 3.000 millones de euros, según El Mundo.
Asimismo, la compañía está pendiente de firmar con el Estado el contrato-programa que rige la prestación de los servicios ferroviarios públicos, los de Cercanías y Regionales.