Según lo que han contado a la banca

Los 11.000 millones de Sánchez no serán sólo ayudas directas: incluyen las quitas de los créditos ICO

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Fachada del edificio del Instituto de Crédito Oficial. (Foto: ICO)
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Como era de esperar, el anuncio de Pedro Sánchez de ayudas para pymes y autónomos por 11.000 millones tiene truco. No todo ese dinero se destinará a ayudas directas (subvenciones), e incluso es posible que ni siquiera las haya, sino que esta cantidad incluye las quitas de los créditos ICO que está empeñado en conceder el Gobierno, según se infiere de las conversaciones que está manteniendo con la banca. Por otro lado, en la solicitud de autorización a la UE, el Gobierno solo habla de 100.000 beneficiarios, a años luz de los millones de pymes y autónomos en situación desesperada.

Fuentes del sector financiero aseguran que el Ejecutivo mantiene como medida principal para ayudar a las empresas en apuros las quitas de los créditos ICO, a pesar del riesgo moral que implica esta medida por el agravio comparativo que crea. De hecho, como adelantó OKDIARIO, una de las propuestas que ha puesto sobre la mesa el Ministerio de Economía de Nadia Calviño es compensar a los bancos con bonos a largo plazo por las pérdidas que tendrán que asumir en la parte no avalada de los préstamos a los que se aplique la quita.

En todo caso, si los 11.000 millones incluyen estas quitas de los créditos avalados por el Instituto de Crédito Oficial, dejarán mucho menos margen para las ayudas directas, que es lo que solicitan todas las asociaciones empresariales y sectoriales, así como la banca. De hecho, el Ejecutivo ha pedido permiso a Bruselas para incluir también en esa cantidad nuevos préstamos, adelantos o beneficios fiscales.

Por otro lado, esa cifra es muy baja incluso para acometer solamente quitas (sin incluir las ayudas directas). Teniendo en cuenta que el ICO ha concedido avales por 87.000 millones, los 11.000 implican una quita del 12,6% si se aplicara a todos los préstamos (el famoso ‘manguerazo’); en dinero, supondría 11.645 euros para cada uno de los más de 944.000 pymes y autónomos que tienen estos créditos avalados (faltaría la parte correspondiente a la banca, aún por determinar).

No habrá ayudas generalizadas

Lo cual hace pensar al sector que no va a haber ‘manguerazo’, sino que el Ejecutivo establecerá unos criterios para discriminar entre unas y otras empresas y autónomos. La cuestión es si las quitas se aplicarán a las empresas más endeudadas, que son las que más lo necesitan aunque también las menos prudentes, o a las menos, que son más solventes pero también pueden ser las menos afectadas por el covid. En cualquier caso, el riesgo moral (moral hazard) es altísimo.

Esta discriminación entronca con las declaraciones de Calviño de que las nuevas medidas irán dirigidas a empresas «que eran viables antes de la pandemia» y a la estimación del propio Gobierno de que los beneficiarios serán más de 100.000 en la solicitud de autorización para las ayudas a la Dirección General de Competencia de la Comisión Europea. «Es verdad que más de 100.000 puede ser un millón, pero si piensas en ayudar a un millón de empresas, no pones 100.000», señala una de las fuentes consultadas.

Este documento, aprobado por la UE este lunes, también incluye algunas de las características más importantes de las nuevas ayudas, aunque su concreción definitiva debe remitirse ahora por el Gobierno. Así, la autorización cubre todo tipo de ayudas posibles: «ayudas directas, ventajas fiscales y de pagos, adelantos a devolver, garantías, préstamos y capital».

Caída de ingresos del 30% y 90% de las pérdidas

Para acceder a estas ayudas, los solicitantes deberán demostrar una caída de su facturación del 30% en parte del plazo comprendido entre marzo de 2020 y diciembre de 2021, y el mismo período de 2019. Su importe, en la forma que sea, tendrá un tope absoluto de 10 millones por empresa, pero en la práctica estará limitado al 90% de los costes fijos no cubiertos para las pymes y autónomos, del 70% para el resto.

La gran pregunta es qué son los costes fijos no cubiertos. Según el citado documento, se entiende por eso «los costes fijos incurridos por las empresas durante el período elegible que no estén cubiertos por los beneficios (es decir, los ingresos menos los costes variables) durante el mismo período y que no estén tampoco cubiertos por otros medios, como seguros, medidas de ayuda temporal (…) u otras fuentes. Las pérdidas de las empresas en sus cuentas de pérdidas y ganancias durante el período se considera que constituyen costes fijos no cubiertos».

Esto último lo clarifica un poco: las ayudas equivalen a las pérdidas. Sin embargo, la primera parte de la definición deja fuera ayudas como los ERTE de la plantilla y también se puede entender que los costes en que no ha incurrido si ha solicitado una moratoria de crédito. Habrá que esperar al informe definitivo para saberlo con certeza.

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