«Prohibido relajarse»
«No podemos permitirnos otro tropiezo en el Bernabéu». Después de la bronca por el Legiazo, Zinedine Zidane ha tratado de motivar a su plantilla en los días previos al partido de este domingo ante el Leganés con el objetivo de que sus jugadores recuperen la intensidad perdida y vuelvan a mostrar su mejor cara, la que les ha permitido llegar al liderato de la Liga.
El técnico francés ha vuelto a insistir en la palabra mágica, «intensidad, intensidad, intensidad», igual que Ancelotti se hartaba de repetir la palabra «equilibrio». Zidane quiere que sus futbolistas se tomen el partido ante el Leganés «con la misma seriedad que jugamos en León» y que el Real Madrid pueda hacer por fin un partido redondo en el Bernabéu.
La bronca después de Varsovia no es la primera zidanina de la temporada. Tanto en el descanso como al final del partido ante el Eibar en el Bernabéu, Zidane advirtió a sus jugadores de que «andando no le vamos a ganar a nadie» y ha vuelto a insistir estos días en la misma idea: «Prohibido relajarse».
Tanto Zidane como su cuerpo técnico son conscientes de que el público del Bernabéu recibirá al equipo con un punto de frialdad después de la mala imagen de Varsovia. Por ello, han repetido a los futbolistas que es fundamental que salgan «enchufados desde el pitido inicial, que metamos al Bernabéu en el partido para que nos ayuden».
El Real Madrid ya ha dejado escapar cuatro puntos importantísimos en el Bernabéu esta temporada con los empates ante el Villarreal y el Eibar. «Con esos puntos sacaríamos seis al Barça», se lamenta uno de los integrantes del cuerpo técnico madridista. Zidane es consciente de que ante rivales como el Leganés es donde se ganan y se pierden las Ligas y, por eso, no quiere que sus jugadores pierdan la tensión.
Además, ¿se imaginan la cantidad de debates que se podrían hacer en la prensa durante dos semanas de parón liguero si el Real Madrid encadena dos pinchazos ante el Legia y el Leganés? Zidane prefiere ni pensarlo.