UNICAJA VS REAL MADRID: JORNADA 22 DE LIGA ENDESA

Unicaja acaba con la racha del líder (82-78)

UNICAJA-REAL MADRID
Jamar Smith salta ante la caída de Doncic. (EFE)
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Las rachas, como todo en la vida, llegan a su fin en algún momento. El Real Madrid lucía acompañado de 11 victorias consecutivas al Martín Carpena de Málaga, pero Unicaja, más regular y voluntarioso, acabó devolviendo el amargo sabor de la derrota (82-78) a los de Pablo Laso, que a pesar de todo, continúan como líderes de Liga Endesa. Y de Euroliga. Simplemente hoy, por segunda vez en lo que va de 2017, el rival fue mejor.

Llegaba el equipo blanco a Málaga como rey absoluto del baloncesto europeo en las últimas semanas, en las que la condición de imbatido les había otorgado un plus de confianza con el que parecer invencibles. La meritoria puesta en escena de Unicaja no amedrentó al Madrid, que marcó el ritmo sabedor de la presencia de su rival a rebufo, pero con Felipe Reyes y Anthony Randolph mostrándose decisivos a ambos lados de la cancha. Nadie echaba de menos al descartado Ayón.

El scouting blanco había servido para frenar el talento de Musli y la hiperactividad de Nedovic y Fogg, pero no incluyó la energía de Alberto Díaz, la cerilla que enciende la mecha del Carpena domingo tras domingo gracias a su esfuerzo e inteligencia. 10 puntos y dos recuperaciones del base local levantaron al público y voltearon un marcador liderado ahora por los verdes, que parecieron hasta el descanso la versión dominante del Panathinaikos de Baptiste y Diamantidis.

El ‘invencible’ Madrid debía reaccionar para no perder su condición. Convertir a un notable rival en excelso había sido también culpa suya y las estadísticas dejaron un dato tan inhabitual que nunca había sucedido. Una de las estrellas del equipo blanco, Luka Doncic, acumulaba cuatro pérdidas y un -16 con él en cancha. Solo fueron seis minutos, pero en ellos, el Madrid se había caído con, y por todo el equipo, no fue solo el esloveno. Solo Llull se salvaba gracias a sus puntos.

El partido no estaba bien para el líder pero a buen seguro que se podía poner peor. Un 11-0 de parcial abría la segunda parte y desquiciaba más aún a Laso, que no sabía que hacer para encontrar un rendimiento coherente en sus jugadores. Y tiró de Doncic, que en la primera, posteando como un veterano, rompió el parcial y su nefasta racha.

La remontada se quedó en intento

La ventaja de Unicaja, aun así, seguía por encima de los 10 puntos y unos pasos irrisorios señalados a Randolph no hicieron más que colaborar con los malagueños. El partido estaba en la defensa, en mantener la cabeza fría y, porque no decirlo, en las manos del rival, pero Doncic había vuelto al mismo tiempo que la defensa y que Nocioni –qué dos triples los suyos–, y el Madrid se marchaba al último cuarto con opciones claras de remontada (58-53).

El Madrid necesitaba puntos rápidos para igualar y mermar la moral de Unicaja, y los encontró, pero en la cara. Dos triples de Nemanja Nedovic devolvían la barrera de los diez al partido y obligaban a Laso a sacar a toda la artillería, posiblemente antes de lo deseado. Lo intentaron los blancos por activa y por pasiva, pero hoy toda la pólvora la tenía el rival. Dos nuevas canastas de Wazcynski y Nedovic embotellaban una victoria que solo podía salvar un milagro que intentaron y rozaron, pero no consiguieron los blancos. Adiós a la racha.

 

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