La tenista Gabriela Dabrowski desvela que logró el bronce olímpico mientras se trataba de un cáncer
La canadiense ha confesado su historia a través de las redes sociales
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París fue el epicentro de 17 días de pasión, de lágrimas -de tristeza y emoción- y de trabajo materializado en una medalla o reconocido con un abrazo. Fueron la reconciliación con el deporte tras los silenciosos y pandémicos Juegos de Tokio 2020, disputados en 2021 por la pandemia. Casi cinco meses después de su clausura, todavía brotan historias desconocidas. Y las que quedan por conocerse.
Gabriela Dabrowski, bronce en dobles mixto junto a Félix Auger-Aliassime, ha desvelado que se trataba de un cáncer de mama mientras competía en París. «¿Cómo puede algo tan pequeño causar un problema tan grande?Eso es lo que me pregunté cuando me diagnosticaron un cáncer de mama el pasado mes de abril. Sé que a muchos esto les pillará por sorpresa, pero estoy bien y voy a seguir estando bien. Puedo decir que la detección temprana salva vidas», ha expresado en redes sociales.
La canadiense arribó en París tras caer en la final de Wimbledon junto a Erin Routliffe, su pareja en el circuito WTA. Dabrowski ha contado su historia paso a paso. «En la primavera de 2023 me noté un pequeño bulto en mi pecho izquierdo, pero los doctores me dijeron que no era nada preocupante. El tiempo pasó y un año después, en primavera de 2024, me pareció que el bulto había crecido. Fue entonces cuando un doctor de la WTA me aconsejó que lo volviera a chequear», explica.
«Me hice una mamografía y después una ecografía para confirmar los resultados de la primera exploración. Llamé al radiólogo y después de ver los análisis me dijo que aquello no tenía buena pinta. ‘Quiero que te hagas una biopsia de inmediato’, me dijo». Siguió la recomendación, y al día siguiente se sometió a una biopsia para dirimir conclusiones.
La lucha de Gabriela Dabrowski
«El resultado llegó esa misma mañana: tenía cáncer. Son palabras que nunca esperas oír, la verdad. De repente, todo da un vuelco». En ese momento pausó su vida deportiva, no dio ni un raquetazo durante los meses de abril y mayo, para centrarse en la personal. Regresó y conquistó el torneo de Nottingham en junio, y retrasó una parte del tratamiento para poder competir en Wimbledon. Arribó en París y se colgó el bronce olímpico.
«Todo parece surrealista. ¿Por qué estoy compartiendo mi historia ahora? Bueno, durante mucho tiempo sentía que no estaba preparada para exponerme a la posible atención mediática que todo esto hubiera suscitado. Al final, quería resolver la situación en privado, solo con las personas de mi entorno cercano. Había muchas incógnitas y mucho por aprender e investigar», detalla.
Ahora, Dabrowski ha aprendido a cómo manejar la situación. «Estoy en un punto en el que entiendo mejor mi tratamiento, sus efectos secundarios y cómo manejarlos. Al compartir mi experiencia trato de enfatizar en la calidad de vida que una puede llegar a tener cuando el cáncer se detecta temprano, con acceso a médicos de calidad, y con un entorno sano», finaliza.