Solari, tenemos un problema (0-0)
El Castilla empató a cero ante el Guijuelo en el estadio Alfredo di Stéfano. Los hombres de Solari volvieron a pinchar en casa en un partido que tuvo muy poco. Con este punto se siguen acercando peligrosamente a los puestos calientes de la clasificación, mientras ven como la fase de ascenso se aleja.
Poco, por no decir nada. Así se puede resumir una primera parte totalmente plana donde el Castilla volvió a demostrar que tiene pocas ideas a la hora de llevar el balón en los pies. El Guijuelo salió mandón, aunque el ímpetu duró poco. No se había cumplido el minuto 10 cuando dio un paso atrás y comenzó a esperar un desbarajuste de los chicos de Solari. Estos vivían cómodos con la posesión, pero Kike Royo, portero visitante, no se tuvo que emplear apenas.
La única ocasión de peligro llegó cuando se encaraba la recta final del primer tiempo. Álvaro Tejero centraba y Reguilón remataba de cabeza un balón que estaba cerca de perforar las redes salmantinas. Pero tampoco. Un testarazo blando que se marchó fuera es lo más destacable de un primer tiempo soporífero. Con eso se dice casi todo.
Un espejismo
El segundo tiempo comenzó con aires renovados. El Castilla salió más valiente y gracias a los centros comenzó a crear peligro. Dani Gómez era la bala que los madridistas tenían arriba. El de Alcorcón peleaba y peleaba en el área y gozó de buenas oportunidades. Sobre todo con un mano a mano que se marchó alto. Pero nada salía.
Con el despertar del Castilla, el Guijuelo también dio un paso hacia adelante y creo peligro a la zaga madridista. Hasta marcaron un gol, pero se lo anularon por fuera de juego. Mucho fútbol la verdad es que no se veía, pero por lo menos la actitud de ambas escuadras cambió. Lo que agradeció el respetable.
Los minutos iban pasando y el Madrid se iba animando. Solari daba entrada a Campuzano y el equipo crecía en el apartado ofensivo. Esto, sumado el bajón físico del Guijuelo, llevó a que la balanza se inclinase un poquito del lado blanco.
Encarábamos los 10 últimos minuto de partido y llegó el intercambio de golpes. Primero daba el Guijuelo con una gran jugada trenzada en la frontal que terminaba con un disparo que se marchaba rozando el palo. A continuación, un gran movimiento de Campuzano estaba a punto de terminar en gol, pero le falló la definición.
El partido volvía a entrar en un parón desesperante. El público madridista, los 910 valientes que se acercaron al Di Stéfano perdiendo una tarde de sábado, empezaba a resignarse. De donde no había, no se podía sacar pensaban. Pero el problema, o la solución, es que este Castilla tiene recursos. Aunque lo luzcan muy poco. Lo demostró Campuzano con una genialidad que apunto estuvo de entrar. Pero nada más lejos de la realidad. El Castilla no sería capaz de marcar y volvía a pinchar en casa. Definitivamente, tienen un problema.