Sin camiseta y con ejercicios respiratorios: la angustia de Djokovic para ‘revivir’ y tumbar a De Miñaur
El serbio tuvo problemas respiratorios tras un intercambio de 30 golpes en el ecuador del segundo set
Se sentó en la silla, se quitó la camiseta y con los ojos cerrados masajeó su abdomen
Djokovic se pone a 101 en Wimbledon

La raqueta de Djokovic se mantiene firme en Wimbledon, otra vez y ya van 101 veces en Wimbledon. Está empeñado en llevarle la contraria a la lógica, esa que dicta que el tiempo acaba atrapando a todo el mundo. Él corre más rápido y consigue mantener como rutina la laboriosidad que supone ganar. Lo ha hecho una y otra vez sobre todas las superficies. Es centenario en esto de apuntarse títulos en el palmarés, sumar 100 victorias en Roland Garros y otras tantas en Wimbledon.
La última tras reconducir un partido que inició mandón De Miñaur, con un contundente 6-1 a su favor. Enderezó la situación hasta levantar un 4-1 para acabar llevándose el set 4-6 y el partido (6-1, 4-6, 4-6, 4-6). Djokovic vuelve a sentirse de maravilla en esta edición de Wimbledon y los rivales, de generaciones diferentes, se rinden a él. «Se ha pasado el juego», dijo De Miñaur, el último en sucumbir ante el ímpetu serbio.
Djokovic se levantó, pero le costó. Ya no tiene la superioridad de antaño, lógico a sus 38 primaveras. Basta un momento del partido para entender la magnitud de esfuerzo físico que realiza. En el ecuador del segundo set, después de un intercambio de más de 30 golpes, al acabar el juego se sentó en su silla y comenzó una secuencia de ejercicios para poder respirar. Se quitó la camiseta, cerró los ojos y buscó la calma.
A través de una especie de meditación mientras se frotaba el abdomen con sus manos a modo masaje. También realizó estiramientos y utilizó la mentalidad del yoga para dejar la mente en blanco y conseguir estabilizar su frecuencia respiratorias. «Me he tocado el estómago porque estaba intentando respirar. Debía gestionar la respiración después de un intercambio tan largo», aseguró tras el partido.
Capicúa Djokovic
Djokovic se pone a 101 victorias en Wimbledon después de ser centenario en Roland Garros hace poco más de un mes también con una contundente victoria, aunque en aquella ocasión ante Cameron Norrie. En París espantó cualquier incertidumbre cernida sobre su figura después de un inicio de temporada dubitativo en el que enlazó dos rachas negativas. La primera con dos eliminaciones en su debut en Doha e Indian Wells y la segunda con tres derrotas consecutivas en Miami, Montecarlo y Madrid.
Por el camino también levantó su trofeo número cien. Djokovic es de naturaleza perenne e insaciable. Sólo así se explica su redonda cifra. De ellos, 24 son de Grand Slam, 40 de Masters 1000, 15 como ATP 500, 13 en ATP 250, 7 ATP Finals y un oro olímpico. En la ‘Era Open’ sólo Jimmy Connors (109) y Roger Federer (103) alcanzaron la barrera de los cien títulos ATP. Resurgió en Ginebra el balcánico tras caer en las primeras rondas de Montecarlo y Madrid. Djokovic es de naturaleza perenne e insaciable.