Ronaldo y su gesto en el Wanda: «La gente es tonta y habla demasiado»
Cristiano Ronaldo ha querido zanjar la polémica que han suscitado los gestos que dedicó a la grada del Wanda Metropolitano.
El que fuera delantero del Real Madrid tuvo varios encontronazos con la grada del Wanda Metropolitano el pasado miércoles, cuando la Juventus se enfrentó al Atlético en Liga de Campeones. Tan polémicos fueron los gestos de Cristiano Ronaldo, que volvió a recordar a la afición rojiblanca que tiene cinco Champions, que ha sido cuestionado en Italia al respecto tras la victoria de su equipo ante el Hellas Verona.
«No quiero hablar más, la gente es tonta y habla demasiado», ha dicho el futbolista de 34 años sobre lo sucedido en el Wanda. «Lo importante fue la victoria, no fue un partido fácil y estábamos cansados. La Champions es difícil, es normal tener dificultades debido al viaje y al partido muy intenso que jugamos contra el Atlético de Madrid. Estábamos perdiendo, pero afortunadamente nos recuperamos. Era importante», añadía Cristiano Ronaldo en Sky contento por el peleado triunfo de la Juventus.
El Wanda llamó «violador» y «moroso» a Cristiano Ronaldo
«Es un gran futbolista, uno de los mejores que ha habido en este país y en todo el mundo. Es un goleador y trabaja mucho sus partidos. Los aficionados del Atlético de Madrid son unos señores y saben muy bien estar en el campo y Cristiano nadie discute que es un gran jugador y hoy tendrá el recibimiento que tiene en todos los campos y sobre todo en el nuestro, que será bueno», decía Enrique Cerezo en la previa del partido que enfrentó a su equipo con la Juventus en el Metropolitano.
Pese a las palabras del presidente del Atlético de Madrid, el Wanda recibió de uñas a Ronaldo. El portugués vivió un ambiente hostil desde antes de que comenzase el partido. Sin embargo, los momentos más desagradables fueron cuando una parte de la grada le cantó «Cristiano violador», «Cristiano muérete» o «moroso, moroso».
Desde de que saltara a calentar, los silbidos acompañaron al delantero en el Metropolitano. Una música de viento que se convirtió en una atronadora pitada cuando su nombre fue anunciado por megafonía. Lo mismo sucedió durante el encuentro cada vez que tocaba el balón; lo que propició que, en repetidas ocasiones, Cristiano se enfrentara a la afición rojiblanca con gestos desafiantes.