La Rojita se deja dos puntos ante la campeona de Europa sub-21
La selección española sub-21 ha empatado ante Suecia (1-1) en un encuentro marcado por la expulsión de Saúl Ñíguez en el comienzo de la segunda mitad. Óliver Torres adelantó a los de Celades y Engvall empató para Suecia.
España salió a por todas desde el minuto uno ante la actual campeona de Europa sub-21. Conscientes de la importancia del encuentro, La Rojita sólo tardó un minuto en dar el primer aviso. Un córner botado por Marco Asenso lo remató Saúl al larguero. Al ritmo que marcaban Óliver Torres, Asensio y Deulofeu los de Albert Celades llevaron el timón de la primera mitad, controlando bien el juego. Los suecos se acercaron con peligro en jugadas a balón parado. Pero fue España quien abrió el marcador. Un gran pase de Deulofeu acompañado de un desmarque todavía mejor de Óliver Torres que batió al guardameta sueco, Cajtoft.
Poco antes del descanso Saúl tuvo el segundo en sus botas pero se topó con Cajtoft. La Rojita mereció ampliar el marcador en una primera mitad que dominaron de principio a fin. Fueron muy superiores desplegando un juego al estilo del tiki-taka. Pero no fue suficiente y con el 1-0 se llegó al descanso.
En el segundo tiempo Suecia salió en busca del empate. Pero España seguía dominando. Hasta la expulsión de Saúl. Una entrada tonta del centrocampista del Atlético de Madrid, que ya tenía amarilla, dejó a La Rojita con 10. Marco Asensio, que estaba siendo uno de los mejores, tuvo que ser sustituido para reorganizar el centro del campo debido a la expulsión. Un cambio obligado que perjudicó a España. Y es que José Rodríguez, que fue el que entró por el centrocampista del Real Madrid, nada tiene que ver con Asensio. Además no fue la noche del futbolista del Galatasaray, que estuvo muy impreciso en los pases.
Desde ese momento la actual campeona de Europa sub-21 ejerció de campeón. Suecia comenzó a dominar el encuentro con superioridad numérica, pero se encontró con un gran Kepa, que parecía De Gea frente a Ucrania. Y con una defensa muy segura que no dejó pasar ni una.
Al final en un contragolpe, aprovechando la superioridad, los suecos consiguieron empatar el partido de la mano de Engvall. El delantero sueco superó la defensa española y batió a Kepa. Pero La Rojita no tiró la toalla y buscó desatascar el encuentro para llevarse la victoria de la mano de Óliver Torres y un Munir sublime, que a pesar del cansancio consiguió sacar petróleo en muchas ocasiones.
Pero la alta presión de Suecia, el cansancio y el estar en inferioridad fueron hándicaps bastante complicados de superar. Aun así, La Rojita peleó hasta el final de tú a tú ante una gran selección que, a pesar de la superioridad, no bombardeó la portería de Kepa gracias a un gran trabajo defensivo de un equipo que no se encerró atrás en ningún momento. Se mostró combativo, presionando la salida de balón como si fuera el minuto uno y ahogando al conjunto nórdico. Pero no pudo ser. Y el empate fue el resultado final.
Un punto que sabe a poco. La Rojita mereció la victoria ante una Suecia que fue muy inferior hasta la expulsión. Y es que esta generación va a dar mucho que hablar en el futuro. Con el empate los de Celades se colocan terceros empatados a siete puntos con Suecia, a dos de Croacia.