Rodrigo De Paul lleva al Atlético a la Champions League
Un golazo del agentino a seis minutos del final resuelve un partido trabado
En una tarde de porteros Oblak y Guaita fueron los mejores
Nueva actuación decepcionante de Morata y Griezmann
De Paul lleva al Atlético a la Champions con un golazo que resuelve un partido trabado en una tarde en la que los porteros fueron protagonistas. Oblak y Guaita echaron el candado y brindaron paradones soberbios que evitaron que hubiera más movimientos en un marcador que se mantuvo inalterable hasta el minuto 84. Con este resultado los de Simeone le sacan ocho puntos al Athletic con sólo nueve en disputa, por lo que el objetivo está virtualmente conseguido. El próximo encuentro, en el campo del Getafe, brindará la primera oportunidad de sellarlo matemáticamente.
El penúltimo acto de la temporada en el Metropolitano, sin embargo, también dejó un poso de sospecha. Griezmann y Morata siguen metidos en un verdadero agujero, sobre todo el delantero español, completamente intrascendente una jornada más. Al francés se le vio algo más, pero está a años luz de su nivel habitual. Simeone no dudó en retirarlo del campo con el marcador empatado porque tampoco aportaba nada.
El Atlético arrancó hegemónico y dispuesto a no dejar el trabajo para más tarde, metiendo al Celta atrás y explotando la capacidad de asociación de Correa, Griezmann, Lino y Riquelme. Los cuatro pequeñitos montaron un sindicato de talento y llevaron al Celta al límite en un cuarto de hora inicial en el que si no hubo goles fue por la intervención decisiva de Guaita, que sacó manos salvadoras ante Riquelme en dos ocasiones y Correa en otra.
Tras salir ileso del asedio el Celta se convenció de la necesidad de ser más ambicioso para alejar el balón de su área y el partido, de repente, viró de rumbo y se dirigió al área de Oblak. El esloveno no tuvo que intervenir, pero la habilidad de Bamba y la fortaleza física de Strand Larssen pusieron en apuros a la defensa rojiblanca, que tuvo que emplearse a fondo. Al paso por la primera media hora el partido se había igualado por completo y en el Metropolitano empezaban a oírse silbidos de reprobación.
No hubo más alteraciones en lo que restaba de primer acto. Llorente se plantó ante Guaita, pero llegó sin fuerza y tiró a las manos del portero valenciano, mientras que en el otro área Strand Larssen también se quedó cerca tras un pase magnífico de Bamba, lo que acabó de decidir al Cholo en la conveniencia de mover el banquillo. Morata se quedó sobre el campo acelerando el calentamiento mientras sus compañeros se iban a los vestuarios. Cuando volvieron lo hicieron todos menos Samu Lino.
Sin más movimientos que dos disparos sin consecuencia de Griezmann, Simeone fue más allá con la entrada de De Paul por Savic, desplazando a Llorente al carril y a Azpilicueta al centro de la defensa en un intento de aumentar la profundidad de un Atlético muy desdibujado arriba que estaba siendo incapaz de crearle peligro a un Celta al que el empate satisfacía por completo, pero que estuvo a un paso de obtener una mayor recompensa. A los 57 minutos Bamba habilitó a Aspas, que soltó un latigazo tremendo ante el que respondió Oblak con un paradón digno de sus mejores momentos en el Atlético. Casi de inmediato Pablo Barrios sustituyó a Correa, que no tuvo precisamente su mejor tarde.
Creyendo cada vez más en sus posibilidades, el Celta siguió creciendo en el partido y creando mucho más peligro que un Atlético congelado. Fran Beltrán probó de nuevo a Oblak y Witsel tuvo que sacar luego un centro cruzado que iba a gol. Al Cholo no le quedó otra que jugar su última baza con Reinildo y Memphis, que sustituyó a un de nuevo inoperante Griezmann. De primeras el cambio tuvo efecto: Memphis sacó del letargo a Guaita con un disparo al primer palo y Pablo Barrios ensayó una acrobacia ante la que respondió otra vez el portero vigués, providencial de nuevo a los 83 minutos en un tiro abajo de De Paul.
El disparo del argentino fue toda una premonición porque el saque de esquina posterior a la parada de Guaita le llegó de nuevo al campeón del mundo, que soltó un disparo tremendo ante el que esta vez tuvo que claudicar Guaita. A los 84 minutos el Atlético se encontró por fin con lo que había venido a buscar y por supuesto no lo dejó escapar. Ahora sólo queda confirmarlo en el campo del Getafe en la jornada intersemanal.