Rebelión en la Liga: los clubes alzan la voz contra la cautelar del Gobierno al Barcelona por Dani Olmo

Los clubes de la Liga alzan la voz contra el enésimo chanchullo del Barcelona, esta vez con el favor del Gobierno. Desde que se conociera la cautelar del Consejo Superior de Deportes (CSD) –organismo dependiente del Gobierno– al conjunto culé por las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor, son varios los equipos que conforman la competición que han puesto el grito en el cielo por lo que consideran un trato de favor y una injusticia.

Espanyol, Valencia, Las Palmas, Atlético, Athletic o Málaga han sido algunos de los que han mostrado su desacuerdo por la decisión. También lo ha hecho la Liga, que va a recurrir la inscripción ante la Justicia, al entender que va contra el reglamento tanto de la propia patronal como de la RFEF.

Todos coinciden en que es un «precedente peligroso» y que pone en riesgo «la integridad de la competición», puesto que mientras que todos se acogen a las normas y tienen que tomar en varios momentos medidas drásticas para ajustarse a ellas, con el Barcelona se hace una excepción. Y ese trato de favor llega por parte del Gobierno, a través del CSD, sin consultar siquiera al resto de organismos que están directamente implicados.

Además, los argumentos que da el organismo que dirige el socialista Rodríguez Uribes para permitir la inscripción se basan en un supuesto perjuicio al Barcelona y a los dos futbolistas afectados, Dani Olmo y Pau Víctor, sin valorar que ese mismo daño ya lo han sufrido el resto de equipos cuando no han podido cerrar diversas operaciones por aceptar las normas que ellos mismos aprobaron.

De hecho, el Málaga ha sido muy claro al explicar la situación que vivieron ellos en 2019, cuando se quedaron en una situación muy delicada por incumplir con el reglamento de control económico de la Liga. El club andaluz ha destacado que se les negó la inscripción de varios futbolistas, se les limitaron las licencias a 18 jugadores durante dos temporadas y se les forzó a un ERE deportivo. Todo esto dejó a la entidad al borde de la desaparición, puesto que estaban ya en una situación límite y, además, tuvieron que afrontar un descenso a Primera Federación en 2023.

Un precedente peligroso

Los clubes de Primera y Segunda División han empleado todo tipo de calificativos para referirse a la nueva triquiñuela de la directiva del Barcelona liderada por Laporta, que esta vez cuenta con el respaldo directo del Gobierno de Pedro Sánchez. «Esperpento», «preocupante» o «grave peligro» han sido algunas de las formas empleadas por las diferentes entidades que se han pronunciado sobre el caso Olmo.

Todos tienen claro que este hecho –sin precedentes en el fútbol español y en el europeo– es un acto que pone en serio peligro la legislación vigente de la Liga y la RFEF, que además está amparada por la Ley del Deporte. Apuntan a que genera una desigualdad clara, puesto que el resto siempre se han adaptado a la normativa, aunque eso les haya generado algún perjuicio.

Liga y RFEF no aceptaron la reinscripción de Olmo

Desde la llegada de Laporta en 2021 a la directiva, el club ha ido realizando ingeniería financiera para acogerse al reglamento y siempre muy al límite de la legalidad. Incluso llegaron a engañar a la Liga con una palanca fake con la que pudieron inscribir a Lewandowski o Koundé sin llegar a cobrarla. Pero en este caso han ido más allá.

Una vez que la Liga se negó a tragar con las promesas de Laporta, el club se vio obligado a recurrir a la Justicia para intentar prorrogar la inscripción de Olmo y Víctor. No lo consiguieron y, cuando presentaron la documentación que acreditaba los ingresos por la venta de los palcos del Camp Nou –otra nueva palanca– había pasado ya el plazo límite para alargar las licencias de ambos jugadores, que cumplía el 31 de diciembre.

En cumplimiento con la normativa federativa, que impide que un club inscriba en una misma temporada dos veces a un mismo jugador, se les denegó la posibilidad de volver a inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor una vez caducó su anterior licencia. Por ello, el Barcelona recurrió al CSD, algo inédito para estos casos, y desde el organismo gubernamental se les ha concedido una cautelar a la espera de que se estudie el caso a fondo y quede resuelto antes de primeros de abril.