Tras la cautelar concedida por el CSD

El Gobierno de Sánchez avala el último chanchullo de Laporta

Joan Laporta tiene en Pedro Sánchez a su mejor socio para tapar los escándalos que rodean al Barcelona

La Federación estudia abrir expediente a Laporta por sus insultos en el palco

Sánchez Laporta
Luis Cobos
  • Luis Cobos
  • Jerezano con sangre madrileña. Redactor de deportes. Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Amor eterno por la pelota.

El Gobierno de Pedro Sánchez se ha encargado de avalar el último chanchullo de Joan Laporta como presidente del Barcelona. La cautelar concedida por el Consejo Superior de Deportes a Dani Olmo y a Pau Víctor sienta un precedente muy peligroso. Pero no es el primer chanchullo en el que se ve envuelto el presidente azulgrana y seguramente tampoco será el último visto lo visto. El caso Negreira fue otro de los grandes casos donde desde las altas esferas se miró para otro lado.

Las chapuzas, los chanchullos y las meteduras de pata están a la orden del día en el Barcelona durante los últimos años, meses y días. Solamente hay que ver la que lío Joan Laporta el pasado miércoles en el palco antes de la semifinal de la Supercopa de España contra el Athletic. Una muestra más de que la directiva azulgrana ha perdido los papeles y se siente intocable. Pueden hacer lo que quieran.

El último y enésimo chanchullo de Laporta al frente del Barcelona se perpetró el pasado miércoles por la tarde con el OK de Pedro Sánchez. Y tuvo lugar cuando el Consejo Superior de Deportes hizo oficial la concesión de la cautelar a los futbolistas Dani Olmo y Pau Víctor con unos argumentos irrisorios y surrealistas. El presidente azulgrana lograba su objetivo tras la negativa de la Real Federación Española de Fútbol y la Liga, que por su parte cumplieron las normas que rigen sus estatutos a rajatabla.

Una decisión del CSD avalada por el Gobierno de Pedro Sánchez. El presidente socialista no quiere enfadar a sus socios de Gobierno y ha tomado esta decisión política que favorece sin discusión al Barcelona. Seguramente con otro club no se habría tomado y sienta un precedente muy peligroso en la historia del fútbol español.

Laporta se sale con la suya

Pero no es la primera vez que Joan Laporta se sale con la suya con un chanchullo de este estilo. Hay que recordar que a Dani Olmo ya lo pudo inscribir a finales de agosto aprovechando una lesión de larga duración de Andreas Christensen que ya está recuperado y sin cumplir su Fair Play financiero. Con Gavi también consiguieron una cautelar para que pudiese jugar y en el caso de Lewandowski, por ejemplo, la inscripción llegó gracias a una palanca de la venta de Barça studios. Ese dinero nunca llegó.

Pero no fue el más chanchullero. El caso más mediático y más grave en el que el Barcelona y el propio Joan Laporta han estado inmersos fue el caso Negreira. Se demostró que la entidad culé le había estado pagando cuantiosas cantidades de dinero al vicepresidente de los árbitros durante 17 años. Han pasado casi dos años desde que se destapó el caso y no ha ocurrido absolutamente nada. Ninguna sanción. Las grandes esferas con el Gobierno de Sánchez entre ellas miraron para otro lado y Laporta se salió con la suya, como ha vuelto a hacer ahora con el caso Olmo.

Todos estos chanchullos se unen a las numerosas mentiras que Joan Laporta ha ido diciendo a sus socios durante los últimos tiempos. A todos se nos viene a la cabeza cuando prometió renovar a Leo Messi o fichar a Haaland cuando económicamente sabía que el club no podía permitírselo y más recientemente la mentira del regreso al Camp Nou todavía sin fecha de retorno.

La cantidad de millones que se ha ido gastando vendiendo patrimonio del club para poder reforzar un equipo que tendría que haber ido con mayor cautela, como bien le señaló el propio Xavi antes de ser despedido por el presidente culé por decir la verdad.

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