«Ya nos toca uno asequible»
Ajax y Schalke son los rivales preferidos para el vestuario madridista, que quiere evitar a los ingleses en octavos.
Los blancos se midieron a PSG, Juventus, Bayern y Liverpool en su camino a la decimotercera y piensan que les toca uno más asequible.
El Real Madrid será uno de los rivales a batir en octavos de final de la Champions League. El vigente triple campeón de Europa vuelve a ser primero, después del despiste del pasado año que le llevó a ser segundo y quedar condenado a medirse a un rival como el PSG. Su andadura en la competición el pasado curso no les dejó respiro alguno, por lo que para la siguiente ronda consideran que «ya toca un rival más asequible».
En la pasada edición se midieron a auténticos cocos que les obligaron a empeñarse al máximo en todas y cada una de las rondas previas a la final. Por eso, para lo que viene a partir de febrero, prefieren un equipo menos complicado. El objetivo de la plantilla es evitar a los tres equipos ingleses que estarán en el bombo 2: Liverpool, Manchester United y Tottenham. Ajax y Schalke serían, por otro lado, los que mejor caerían.
Pese a ello, los blancos saben que «no hay rival fácil». Son conscientes de lo alto que está el nivel en esta competición y que cualquier equipo puede poner en aprietos. Ellos mismos lo han sufrido con el CSKA o el Plzen y para el resto de equipos que han llegado a octavos, la fase de grupos no ha sido un camino fácil.
Los blancos consideran que con los cruces que se dieron en su camino hacia Kiev el curso pasado ya tuvieron bastante. No pasar como primeros les condenó a medirse al PSG de Neymar, Mbappé y compañía. Los blancos se empeñaron al máximo y se impusieron por 5-2 en el global. Después llegó la Juventus, que estuvo a punto de forzar la prórroga tras caer en Turín 0-3. Luego, fue el Bayern quien se interpuso en el camino de la tercera final y, con sufrimiento, se le venció por un global de 4-3. Y por último se venció al mejor Liverpool de la década en la final.
Una historia que prácticamente se repitió en 2017, cuando los blancos se enfrentaron a Nápoles, Bayern de Múnich, Atlético y Juventus en su camino a la Duodécima. Sólo en 2016 se enfrentaron a dos rivales a priori más ‘sencillos’. Fueron la Roma, a la que se venció por un global de 4-0 y el Wolfsburgo en cuartos, que se vio en semifinales tras vencer en Alemania 2-0, pero fue remontado con un 3-0 en el Bernabéu. Después llegaría el Manchester City, antes de encontrarse de nuevo con el Atlético en la final.
Desde el vestuario madridista piensan que aquellas eliminatorias -sobre todo las de la temporada pasada- fueron suficiente. Por ello, esta temporada prefieren empezar de forma más suave. Además, el Real Madrid no termina de encontrarse con su mejor versión y medirse a un equipo de los considerados como más asequibles les permitiría ganar confianza de cara al final de la temporada, pues es a partir de febrero cuando se empiezan a jugar los títulos.