El nuevo Bale viene de Oriente
El Real Madrid se trajo de los Emiratos Árabes Unidos un nuevo Mundial de Clubes y otra gran noticia en su maleta: la resurrección de Gareth Bale. Zidane ha recuperado para la causa al extremo galés, que fue clave en la semifinal ante el Al Jazira marcando el gol de la victoria y que también jugó minutos de calidad en la gran final ante Gremio. Bale ha vuelto por fin y en la cúpula del Real Madrid lo celebran: «Está muy bien. Estos días en Abu Dabi le han cambiado».
El madridismo está de enhorabuena porque parece que, al fin, el gran Bale está de vuelta. Las lesiones le han penalizado muchísimo. Se recuperaba y recaía una y otra vez y mentalmente estaba sufriendo un calvario muy serio, porque veía como por más que trabajara e intentara cuidarse y seguir las recomendaciones de los médicos volvía a caer. Además, sus problemas principales durante los últimos meses han sido familiares, tal y como reconocen desde la propia entidad.
Pero Bale nunca ha bajado la cabeza. Una vez tras otra ha sido capaz de levantarse y trabajar durísimo para recuperarse y poder dar alegrías al Santiago Bernabéu. El galés notaba como la grada rugía cuando iba a saltar al campo, es consciente de la expectación que genera en los madridistas poder volver a ver sobre el césped a ese Bale desequilibrante capaz de ganar partidos y títulos.
Bale se siente bien en Madrid. Pese a los cantos de sirena que llegan desde Inglaterra día sí y día también, el Expreso de Cardiff no se quiere marchar del Real Madrid, no quiere volver a la Premier. Quiere quedarse en el conjunto blanco y volver a sentirse importante, y en los despachos del Bernabéu están convencidos de que lo va a lograr: «Se va a quedar y la va a romper».
«Está para jugar de inicio»
Y la cosa no queda ahí. Es tal el estado de euforia en el Real Madrid que la plantilla, el cuerpo técnico y la cúpula del club afrontan el Clásico del 23-D en el Bernabéu bajo la confianza absoluta en la victoria. «Vamos a ganar seguro y Bale va a marcar», dicen en la planta noble, asegurando también que el extremo británico «está para jugar de inicio» contra el Barcelona, aunque los planes de Zidane a día de hoy pasan por utilizarlo como revulsivo vaya como vaya el encuentro.