REAL MADRID VS BARCELONA: JORNADA 27 DE EUROLIGA

El Real Madrid aplasta a una banda (85-69)

Real Madrid
Llull entra a canasta ante la oposición de Rice y Perperoglou. (EFE)
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

El Real Madrid sigue firme en su lucha por acabar primero en la fase regular de la Euroliga y se aseguró el factor cancha favorable en los cuartos de final. El equipo de Pablo Laso aplastó (85-69) a un Barcelona que se autodestruyó –con la expulsión de su entrenador Bartzokas– en el segundo cuarto y que tiró de orgullo para no sufrir una escandalosa derrota en un Palacio que vivió una nueva jornada festiva liderada por los 19 puntos de Sergio Llull.

Los blancos mostraron su mejor versión siendo muy intensos en defensa y forzando múltiples pérdidas de balón –hasta 18– en el equipo rival. El Barcelona fue un juguete en manos de un conjunto blanco que pensó en dosificar en la segunda mitad, puesto que aún le restan dos importantes compromisos esta misma semana. El Olympiakos espera el viernes en El Pireo.

El Real Madrid mantuvo su idilio con la línea de tres puntos al inicio del choque. Los pupilos de Laso circularon el balón con paciencia desde el perímetro y encontraron los tiros abiertos para establecer un 6-0 inicial que sentó muy mal a un Barcelona que se desangraba constantemente por las pérdidas de balón.

Los culés tampoco podían detener la conexión entre Randolph y Llull. Ambos se mostraron hiperactivos desde el principio con el norteamericano siendo un cuchillo en el rebote ofensivo y con el menorquín haciendo las veces de director de orquesta. El Madrid voló hasta el 22-13 al final del primer periodo. Todo hacía indicar que el duelo sería un trámite.

El Barcelona, sin embargo, sacó el orgullo gracias a la entrada de su capitán Juan Carlos Navarro. El veterano escolta lideró un parcial de 0-7 al inicio del segundo periodo con un Madrid que parecía haberse desconectado del partido con un Doncic nervioso y un Rudy fallón. Laso movió ficha pidiendo que se buscará con insistencia a Othello Hunter. El pívot pintó la cara al inexperto Diagne y las rentas volvieron a los guarismos del primer periodo.

Bartzokas empezaba a perder los nervios con las pérdidas de los suyos y con las controvertidas decisiones del árbitro más polémico de la Euroliga –Luigi Lamonica–, que perjudicó a ambos equipos con su cambiante criterio. El griego, sin embargo, entró en el juego de Lamonica hasta perjudicar cualquier posibilidad de su equipo siendo expulsado del encuentro tras dos técnicas prácticamente consecutivas. «Bartzokas quédate», cantó un Palacio que ovacionó socarronamente al entrenador azulgrana.

Al Madrid se le allanaba el terreno para la segunda mitad y para poner la puntilla ahí estaba el de siempre. Llull se sacó otra mandarina marca de la casa desde prácticamente el centro del campo para despachar una primera parte donde el Barça prácticamente se había autodestruido estableciéndose el 41-27 en el luminoso. Y eso que Rudy había firmado su peor primera mitad como blanco con un -8 de valoración.

Cabeza y dosificación en la segunda mitad

Laso tenía miedo, y con razón, a una posible relajación de sus pupilos con una ventaja tan clara. Tyrese Rice, sin Bartzokas chillándole por no hacer sistemas, se desató con nueve puntos prácticamente consecutivos. Al Madrid, concretamente a Sergio Llull, no le tembló el pulso ante la reacción y correspondió al otrora pesadilla del madridismo con varias mandarinas imparables. Por si fuese poco, Ayón se unió a la fiesta dándole un clínic de juego ofensivo a Tomic. El Madrid no dejaba que el Barcelona recortase la renta por debajo de los dobles dígitos.

El último cuarto sirvió como para escarnio del Barça y deleite de la afición del Real Madrid. Al cántico de «Adiós, a la Euroliga, adiós», el equipo blanco se contagió de la pasión de la afición y el equipo se desató hasta alcanzar la veintena de puntos. Los culés sacaron su orgullo con Navarro asumiendo galones por vergüenza al papel de sus compañeros y maquilló un resultado que podría haber sido sonrojante. El Madrid sigue en la puja por ser el primero de la temporada regular en Europa, el Barça verá los cuartos desde la televisión.

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