Así ha cambiado el noruego: más fuerte, más goleador y más maduro

Radiografía del nuevo Odegaard

Odegaard ha evolucionado mucho en los últimos años. El noruego es una de las estrellas de su país y de la Real Sociedad. En el Real Madrid están encantados con su crecimiento y saben que será una pieza capital en el madrid del futuro

Odegaard
Iván Martín

22 de enero de 2015. Sala de prensa de Valdebebas. Ese día comenzó la andadura de Martin Odegaard como jugador del Real Madrid con una presentación nunca vista para un chico de 16 años. El noruego, que la entidad presidida por Florentino Pérez había arrebatado a todos los grandes clubes de Europa, no era cualquiera, tal y como se está confirmando ahora, convertido en un jugador al que no se le conoce el techo.

Seis años después de aquella presentación y ya con 20 años, el jugador que se enfrentará a España en Oslo poco tiene que ver con aquel niño tímido que acaparó todos los focos y que el Real Madrid ha cuidado y protegido hasta la extenuación. El trabajo que el club ha llevado a cabo con Odegaard ha sido impresionante para conseguir que sólo se centrase en el fútbol, sin dejar que le afectasen las críticas, en muchos casos desmesuradas e injustificadas, que circulaban sobre su persona.

Odegaard se ha centrado durante todo este tiempo en jugar al fútbol y crecer hasta convertirse en el referente de su selección y en una de las sensaciones de la Liga, gracias al rendimiento que está ofreciendo en la Real Sociedad. Pero es que se puede decir que el niño que aterrizó aquel día en Valdebebas poco tiene que ver con el futbolista que está causando sensación. Martin ha crecido mental, física y futbolísticamente durante este tiempo.

La evolución de Odegaard

Actualmente, Odegaard es un jugador muy maduro que desde muy joven está acostumbrado a convivir con los medios, las críticas y la presión. Esto le ha curtido y le ha servido como aprendizaje para enfrentarse actualmente a los periodistas con el poso de un deportista mucho más mayor. También destaca su fortaleza mental, la que le ayuda a seguir cuando las cosas no salen como quiere. El noruego sufrió en el Castilla jugando en Segunda B, una categoría que está muy por debajo de su calidad, y le costó aclimatarse a Holanda, pero siempre supo resistir y consiguió salir adelante.

Su fortaleza mental ha mejorado, pero también su físico, que ha experimentado una gran transformación. Odegaard ha crecido mucho en este tiempo. Su cuerpo de niño ha mutado en un cuerpo de hombre mucho más atlético y fuerte, lo que le permite medirse a cualquier rival con opciones de salir victorioso. Por Valdebebas todavía se recuerda con temor cuando Martin tenía que jugar por los campos del norte defendiendo los colores del Castilla.

Y, por último, su manera de entender el fútbol también es distinta. Ya no es tan tímido como antes, se atreve a disparar a portería, algo que le penalizaba en su época en el Castilla, se asocia con sus compañeros a la perfección dando el último pase -este año suma dos asistencias- y es capaz de controlar un partido a su antojo, tal y como se está viendo este año en Anoeta. Odegaard puede jugar más pausado o ser vertical, según lo que el equipo necesite en cada momento. También ha mejorado su faceta goleadora.

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