«Ya estamos en Milán, ahora queremos la Liga»
Cuenta la leyenda que en los tiempos del Real Madrid de Juanito, cada vez que se lograba un título, Camacho cogía la copa y decía a sus compañeros: «Brindo por la siguiente». Así se forjó la historia de un equipo indomable, que nunca se conformó con los triunfos y así acabó convirtiéndose en el mejor club del siglo XX, una vitola que quiere mantener también en este siglo XXI.
Con el cadáver del Manchester City todavía caliente, los jugadores del Real Madrid se aferran al mensaje que repitió Zidane hasta tres veces en la rueda de prensa: «Aun no hemos ganado nada». La plantilla blanca es consciente de que no se puede levantar La Undécima antes de ganarla y menos aún teniendo enfrente un rival como el Atlético de Madrid.
Pero en el vestuario blanco la Champions ha quedado aplazada hasta que termine la Liga. «Ya estamos en Milán y ahora queremos la Liga», dice uno de los capitanes del Real Madrid, que resume el sentimiento de una plantilla que cree más que nunca en el «sí, se puede» que se ha apoderado del Bernabéu a mitad de camino entre el eslogan y el sortilegio.
«Vamos a dejarnos la piel hasta el último minuto del último partido», comenta a OKDIARIO uno de los canteranos del Real Madrid que está convencido de que las dos jornadas de Liga que aún restan para acabar el campeonato «pueden deparar sorpresas». En el vestuario del equipo madridista están convencidos de que tanto el Barcelona como el Atlético pueden dejarse el empate que haría campeón al Real Madrid si gana sus dos partidos ante el Valencia en el Bernabéu y el Deportivo en Riazor.
Fe en el Espanyol… y en el Celta
En la caseta del Real Madrid se considera que tanto al Barcelona como al Atlético les quedan dos compromisos complicados que les abren las puertas de la Liga. Los jugadores madridistas creen que la visita del Espanyol al Camp Nou «es un partido trampa» y que «tampoco lo tendrán fácil en la última jornada ante el Granada».
En cuanto al Atlético, se da por descontada la victoria de los rojiblancos ante el recién descendido Levante, aunque la plantilla de Zidane cree que la última jornada en Balaídos será un «examen complicadísimo» para el equipo de Simeone.
En todo caso, la euforia y la ilusión se ha desatado entre los jugadores del Real Madrid. Después de un año muy complicado, con cambio de entrenador incluido, los futbolistas del equipo blanco están a un paso de La Undécima y piensan agotar su cargador de balas para disparar a la Liga.