OKDIARIO viaja por la Barcelona de Maradona

La de Diego Armando Maradona es una historia de las de nunca acabar, debido a la continuación de acontecimientos que, en diferentes términos, estiran su figura hasta los extremos y más allá de su muerte. El astro argentino tiene dos núcleos futbolísticos que se convirtieron en vínculos capitales en el repaso de su vida, como son Buenos Aires –por Boca– y Nápoles. Sin embargo, en Barcelona, y en su paso por el Barça, Maradona vivió algunos de sus momentos más intensos como profesional, en un cúmulo de infortunios, problemas extradeportivos y dosis de calidad futbolística que le convierten, pese a su fugaz paso por el Camp Nou, en uno de los máximos personajes de la historia de la entidad.

De la mano de Guru Walks, la mayor agencia de freetours del mundo, OKDIARIO se adentra en un repaso por la Barcelona de Maradona, en un paseo por los lugares más emblemáticos en los que el ‘10’ vivió, disfrutó, sufrió y se excedió dentro de la montaña rusa de sensaciones que supuso su fichaje y posterior marcha del Fútbol Club Barcelona.

El recorrido comienza en un punto ineludible dentro de lo que significó la Ciudad Condal para Maradona. Su casa en la selecta zona de Pedralbes, alquilada a Joan Gaspart tras varias semanas hospedado en el centro, le dio al Diego todo lo que buscaba en términos de aislamiento, lujo y familiaridad. El futbolista se desvivía por su familia y quería dotarla de todo lo necesario para tener una buena vida. El alojamiento, situado en una zona extraordinaria, contaba con alrededor de una hectárea de terreno en la que contaba con una gran casa, a la que acompañaba el jardín, la piscina e incluso una pista de tenis donde su hermano podía disfrutar de uno de sus grandes hobbies.

En ella se reunía el ‘Clan Maradona’, una denominación que no gustaba nada al astro, pues se trataba de su familia y amigos más cercanos, y el termino giraba hacia lo despectivo, más allá de lo que significó más adelante el gran agujero del mito y su relación con la noche… y todo lo que derivó de aquello. Justo al lado de la casa de Maradona, ahora habitada y con la parcela dividida en varios alojamientos, había un colegio, que sigue existiendo, y que en su momento sacaba la mejor cara del ‘10’. Diego Armando era un personaje polémico, pero los que mejor le conocen aseguran que daba todos los privilegios posibles a los más pequeños, a los que a la salida del colegio incluso invitó a pasar a su casa, territorio acotado para el resto de los mortales.

Pizzería y discoteca, centros de operaciones

El recorrido del Tour continúa en la pizzería argentina de la calle Mandri, 3, donde el Diego se reunía con sus compañías, mejores y peores, y donde se gestaron algunas de las reuniones más importantes que le rodearon, también en términos de negocios escabrosos. Todo ello derivó en informes policiales que habrían llegado incluso a Núñez, entonces presidente del Barça, y el negocio acabó cerrando aún teniendo al ‘10’ como su mejor cliente. Actualmente, y de forma casual, funciona otra pizzería en el mismo lugar que recibió tantas y tantas noches a Maradona.

Diego fue ídolo antes que jugador del Barcelona, y debutó en el Camp Nou también antes de vestir la camiseta azulgrana, aunque ya como jugador del equipo culé. Esta rocambolesca historia introduce su fichaje por la entidad catalana, que data de 1982, semanas antes del Mundial de España. El atacante era una de las sensaciones del planeta y, tras una temporada en Boca Juniors, equipo al que llegó procedente de Argentinos Juniors, el Barça pagó 1.200 millones de pesetas en una dura negociación, que se llevó a cabo durante muchos meses y en la que medió Josep María Minguella e intervino incluso la dictadura militar de Argentina.

Días después de cerrarse la venta, Maradona saltaba al césped del Camp Nou a disputar un encuentro con su selección, donde también visitó Sarriá, otra de las paradas del Tour, y donde sufrió el durísimo marcaje de Claudio Gentile, que incluso le hizo abandonar el césped llorando… y eliminado.

Todas estas historias forman parte de la extensa explicación de Charlie, colaborador de Guru Walks y fundador de la empresa Charlie Ruiz Tours. La enciclopedia andante que supone este guía pone un punto diferencial al recorrido, que tras Sarría, ahora convertido en un parque y bloques de edificios, se dirige a un punto crítico de la vida de Maradona, la discoteca Up&Down. Allí, el futbolista se transformó y, dicen, comenzó su idilio con la noche, lo que iba a derivar en adicciones y relaciones extramatrimoniales que le iban a costar caras. No era la única sala, pero sí la más frecuentada por el ‘10’ debido a una popularidad que, con los años, ha provocado que la cadena de gimnasios que heredó el terreno, mantuviera su denominación para ganar adeptos.

Maradona: producto, beneficio y fin de la historia

El recorrido, que se realiza a pie por varias de las zonas principales de Barcelona, alcanza la Avenida Diagonal que secciona la Ciudad Condal y llega hasta un edificio, cercano pegado a El Corte Inglés de Maria Cristina, en el que Diego Armando decidió comprar un piso entero y colocar el negocio con el que dirigiría su grandísimo potencial como producto. Maradona Producciones tuvo la oportunidad de sacar beneficio del astro en temas de promoción, y en él se gestaron anuncios y campañas que hicieron de él una de las referencias deportivas que traspasó la barrera de lo mediático.

No fue en Maradona Producciones, sino en el Hotel Sofía, cercano al Camp Nou –punto final de la guía– y en el que actualmente se concentra el Barça antes de los partidos, donde tuvo lugar el punto determinante de la negociación de traspaso de Diego al Nápoles. Ocurrió de forma inesperada y es un punto clave en el recorrido del Tour. Dos años después de su llegada y con la continuidad lastrada por una hepatitis y una grave lesión ósea provocada por una entrada criminal de Goicoetxea, los episodios extradeportivos del astro llevaron a Núñez a someter a votación la salida de Maradona del club.

La mayoría votó sí a recuperar la inversión por el argentino, pero fue uno que optó por lo contrario, Joan Gaspart, el que dirigió las negociaciones con el Nápoles, en pos de sacar el máximo beneficio posible de un jugador único. Las condiciones no derivaron en un acuerdo, pero en el último momento y con todo en contra, Josep María Minguella recibió la llamada clave de Gaspart para desatascar la venta cuando el propio intermediario se encontraba en el hotel para despedirse y disculparse con la expedición del Nápoles. Maradona empezaba una nueva etapa, pero la leyenda quedaría para siempre en Barcelona.