La nueva norma de la FIFA en el fútbol que revoluciona los contratos de los jugadores
El artículo 17 del Reglamento sobre el Estatuto y Transferencia de Jugadores queda modificado
Los cambios son drásticos
Todo se produce por el 'Caso Lass Diarra'
Desde el 1 de enero de 2024, la FIFA ha implementado una modificación excepcional del artículo 17 del Reglamento sobre el Estatuto y Transferencia de Jugadores, un cambio histórico que marca un antes y un después en el fútbol profesional. Esta modificación surge tras la histórica sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea del 4 de octubre que resolvió la denuncia del jugador Lass Diarra, quien decidió romper su contrato sin causa justificada con el Lokomotiv de Moscú en 2014.
El caso comenzó cuando el club ruso dejó de pagar el salario al jugador, lo que llevó a Diarra a rescindir unilateralmente su contrato. El tribunal respaldó esta decisión, dictaminando que los jugadores tienen derecho a rescindir sus contratos y cambiar de club sin pagar compensación, al igual que cualquier trabajador de la Unión Europea. Esta sentencia ha sido considerada por muchos como un punto de inflexión en el fútbol profesional, comparable al caso Bosman de 1995.
El ‘Caso Lass Diarra’ ha expuesto las deficiencias del sistema de transferencias de la FIFA. El jugador francés se vio obligado a pagar una indemnización de 10 millones de euros al Lokomotiv de Moscú por la ruptura unilateral de su contrato, una situación que el Tribunal de Justicia de la UE ha considerado contraria al derecho comunitario. La batalla legal de Diarra, que se prolongó durante casi una década, ha culminado en una victoria que podría cambiar fundamentalmente la estructura del fútbol profesional.
La UNFP (Unión Nacional de Futbolistas Profesionales de Francia) ha sido particularmente vocal sobre este caso, señalando que la sentencia revela la ilegalidad de un sistema que desprecia el derecho a la competencia y se opone a la libre circulación de los trabajadores. Además, han enfatizado que la FIFA debe respetar las leyes comunitarias y no puede considerarse por encima de ellas. El sindicato francés ha sido uno de los principales apoyos de Diarra durante todo el proceso legal, viendo en su caso una oportunidad para desafiar el sistema establecido.
Principales modificaciones del reglamento
Los cambios implementados son extensos y fundamentales: la posibilidad de rescindir contratos sin consecuencias cuando exista justa causa, incluyendo situaciones donde no se efectúe el pago al jugador; una nueva regulación sobre indemnizaciones por incumplimiento contractual que busca equilibrar los derechos de los jugadores y la estabilidad contractual; unos cambios significativos en la responsabilidad de los clubes en casos de inducción al incumplimiento de contrato, estableciendo nuevos parámetros de compensación; el reconocimiento explícito del derecho de los jugadores a la libre circulación como trabajadores dentro de la Unión Europea y la modificación del artículo 14 que especifica las condiciones bajo las cuales un contrato puede ser rescindido sin consecuencias.
Postura y respuesta de la FIFA
La FIFA, bajo el liderazgo de Gianni Infantino, ha adoptado una postura cautelosa pero proactiva. Aunque han reconocido la sentencia, han enfatizado que solo afecta a dos párrafos específicos de su reglamento. La organización está trabajando activamente en modificar estos artículos para adaptarse a la nueva realidad legal, mientras intenta mantener la integridad del sistema de transferencias.
La organización se enfrenta ahora al desafío de equilibrar dos necesidades fundamentales: respetar los derechos laborales de los jugadores según la legislación europea y mantener un sistema que garantice la estabilidad financiera de los clubes. Este equilibrio será crucial para el futuro del fútbol profesional.
Consecuencias para el futuro del fútbol
El impacto de esta sentencia podría ser tan significativo como el caso Bosman. FIFPro y otras organizaciones de jugadores están considerando buscar compensaciones colectivas por daños pasados, como ha señalado su secretario general, Stéphane Burchkalter. Las Ligas Europeas han aprovechado la situación para reclamar una mayor participación en la gobernanza internacional del fútbol, argumentando que su papel en el diálogo social a nivel nacional les otorga este derecho.
David Terrier, representante del organismo francés, ha sido especialmente vocal sobre las implicaciones futuras, señalando que desde 2001, muchos jugadores han sido víctimas del sistema de transferencias de la FIFA y que ahora podrían buscar compensación por los daños causados. La situación plantea serios interrogantes sobre cómo se podrían prevenir situaciones donde clubes de diferentes ligas europeas podrían aprovecharse de esta nueva normativa, y sobre cómo mantener un equilibrio competitivo en el fútbol europeo.
La ECA (Asociación de Clubes Europeos) ha adoptado una posición más moderada, enfatizando la importancia de mantener un sistema que permita a los clubes medianos y pequeños seguir siendo competitivos. Sin embargo, la incertidumbre sobre cómo evolucionará la situación y sus posibles consecuencias mantiene en vilo a todo el sector del fútbol profesional.